Naya's Quest es lo nuevo de Terry Cavanagh, el creador de Super Hexagon

Viejo zorro, este Terry Cavanagh; sus juegos siempre han dejado ver a un autor único y con mucho talento, y Naya’s Quest, lo último que ha lanzado (en formato Flash; se puede jugar aquí), tiene todas sus señas de identidad: una base que parece sencilla y que acaba dando muchísimo de sí, y un nivel de dificultad que sabe hacer que el juego sea tremendamente satisfactorio a base de frustrarnos y darnos dolores de cabeza constantes. Eres una chica que se mueve por un mundo en perspectiva isométrica en busca del borde de un mundo que se está haciendo constantemente más pequeño, y que está a punto de desaparecer. La protagonista (intuyo que se llama Naya), empírica infinita, tiene que ver ese borde por sí misma antes de creer lo que dicen de él. Por el camino, descubrimos que no todo lo que vemos es lo que parece, en realidad; aquí explota la peculiar mecánica del juego. Naya’s Quest es, más o menos, un juego de plataformas; hay que llegar de un punto A a uno B en cada nivel, con un giro: la perspectiva isométrica hace que algunas plataformas que parecen accesibles estén realmente muy lejos, y para ayudarnos a comprender la estructura de los niveles tenemos un aparato que nos da pistas sobre la auténtica ubicación del suelo que tenemos que pisar para llegar a la salida. Es difícil de cojones, pero a poco que jugamos unos cuantos niveles y vamos aprendiendo a leer el mundo Naya’s Quest embruja a base de diseño de hierro, una de las marcas de la casa Cavanagh. Probadlo, no lo dejéis escapar.