New Nintendo 2DS XL: Para ti, que no juegas

Hace algo más de una semana que Nintendo anunció su New 2DS XL, una nueva revisión de su portátil. Es una consola con las mismas prestaciones que New Nintendo 3DS XL, el modelo más avanzado, quitando el efecto 3D de la pantalla y algún detalle irrelevante más; ahí están el lector NFC integrado, la compatibilidad con juegos como The Binding of Isaac o Xenoblade Chronicles, el segundo stick, los dos pares de L y R. Es de suponer que es uno de los últimos modelos que veremos de la veterana consola, que salió en 2011; habrá quien piense que es algo así como la Game Boy Micro, que salió cuando Nintendo DS ya estaba a la venta, sobre todo si se cree de verdad en ese unificar catálogo haciendo que todo confluya en Switch que todos hemos ido interiorizando a base de calentarnos leyendo foros y comentarios.

Como fuere, es una nueva máquina con la que aprovechar la buena salud de la familia 3DS, que sigue cumpliendo con las expectativas de Nintendo, cuando no superándolas. New Nintendo 2DS XL es una consola barata: el plástico de su chasis no esconde su condición de alternativa menos costosa a la versión con pantalla 3D, y en general todos los materiales parecen una nota a pie de página del precio; es más barata que New Nintendo 3DS XL por esto y por esto y por esto. El stylus es perfecto para una mano infantil pero también es grueso y negro como si quisiera dejarse ver bien, no perderse fácilmente; la bisagra es gruesa y robusta y en general parece una máquina hecha a prueba de torpezas y accidentes, y también a descuidos y viajes a la playa; es una portátil cómoda, algo fría al tacto pero bien pensada para optimizar el peso: la tapa, donde se encuentra la pantalla superior, es muy fina, más que la de New Nintendo 3DS XL, porque no hay sliders de volumen ni efecto 3D (el primero se va a un lateral; el segundo no hace falta) ni la cámara, que aquí está en la misma bisagra. La parte inferior, donde está la pantalla táctil, es más gruesa, lo suficiente como para que el agarre sea cómodo.

Es un aparato competente, en fin, con alguna buena idea (tanto la tarjeta microSD como los cartuchos están ahora resguardados detrás de una nueva tapa, por ejemplo; no hace falta desatornillar nada para meter la microSD) pero que ya no sorprende. No tiene que sorprender sino convencer, imagino. Creo que es fácil no encontrarle un sentido a New 2DS XL («sinceramente la veo innecesaria, fea y con aspecto de copia china balata balata» (sic); «cuando Nintendo debería enfocar todos sus esfuerzos a la consola que representa su futuro y a unificar catálogo y público, van y dan una vuelta de tuerca innecesaria a una consola del pasado»; «no sé si esto son buenas noticias para los poseedores de la Switch»; todo esto son comentarios reales del día en que se anunció) porque es ajena, como lo eran Wii y DS, al gamer en el que piensas cuando piensas en la palabra gamer. 

Pude probar varios juegos en esta New 2DS XL que demuestran ese interés por los márgenes. Hey! Pikmin, por ejemplo, es un juego de acción que traduce algunas de las mecánicas de Pikmin para llevar a Olimar y su ejército de muñequitos de colores a la portátil. Es un juego midcore que se controla con un par de botones y el stylus, en el que hay que reclutar pikmins y lanzarlos, como en el de sobremesa, aunque orientado a la resolución de puzzles y a la exploración. Está desarrollado por Arzest, el mismo estudio que creó Yoshi’s New Island, y como aquel parece un juego mediano con alguna cosa interesante; le falta algo de chispa, pero la forma en que usa las dos pantallas para mostrar el escenario en vertical (y para desarrollar su diseño de niveles a dos alturas, no siempre accesibles por todos los tipos de pikmins) tiene potencial y ya en los primeros me topé con zonas a las que no pude acceder porque no había jugado todo lo bien que habría podido, con lo que hay espacio para ofrecer retos más avanzados.

También jugué a Miitopia, un cruce imposible entre Tomodachi Life y un RPG de fantasía en el que familiares, amigos o en general cualquier Mii se convierten en los personajes de la aventura. En la demo que pude jugar, Eiji Aonuma era un guerrero que viajaba con una hechicera que había sido creada por otra persona y tenía un nombre formado por letras al azar. También parecía ser su compañera sentimental. Cuando me puse a los mandos, llegué a una posada en la que se unió otro personaje, que yo mismo tuve que crear. Hice un Mii que se llamaba RuPaul y lo puse a compartir habitación con Aonuma, que pronto se enamoró. Poco después tuvimos un primer encontronazo con el villano del juego, que era Shigeru Miyamoto transformado en una especie de fantasma. Es un experimento divertido que recuerda más al mini RPG de la Plaza Mii que a un Final Fantasy, pero que es un claro pasatiempo divertido para el verano que juega más con los límites de su género (el RPG, como Tomodachi Life hacía con el simulador de vida) que con los del humor.

No sabría decir mucho sobre Ever Oasis, porque el tiempo era poco y dediqué algo más de la cuenta a Miitopia, fascinado por la relación entre RuPaul y Aonuma, pero su combinación de gestión y mazmorreo más tradicional parece interesante; está detrás Koichi Ishii, director de la saga Mana, uno de los grandes nombres propios del JRPG. Lo mismo me pasó con Brain Training Infernal del Dr. Kawashima, que es lo que parece: otra colección de ejercicios pensados para estimular la memoria y la concentración en tiempos de Google.

Es una selección muy específica de los próximos lanzamientos de la portátil, que tiene un amplio catálogo a sus espaldas y que este año recibirá también Monster Hunter Stories, Fire Emblem Warriors (y, en nada, Shadows of Valentia, este de estrategia por turnos), y Yo-Kai Watch 2, que probablemente sea otra sensación entre la chavalada. New Nintendo 2DS XL es una consola, así, que se presenta como una alternativa atractiva para cierto perfil que quizá encuentre menos atractivas, por precio y por propuestas; llamadlo consola puente, si queréis encajarla de alguna forma en la estrategia de negocio de Nintendo. El caso es que entiendo que una máquina así no interese a mucha gente, y menos a mucha de la gente que lee y comenta en esta y otras webs especializadas; a mí también me interesan mucho más, por el motivo que sea (no es importante), otras consolas. Mejor no hacer de esto una batalla, porque tenemos las de perder: pensamos que no necesitamos una New 2DS XL, pero en realidad es ella la que no nos necesita.