La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés) ha vuelto a recibir una queja sobre el entorno laboral de Nintendo, debido a que un empleado sufrió represalias por participar en actividades protegidas por la Ley Nacional de Relaciones Laborales (NLRA).
Este hecho atañe tanto a la propia Nintendo como a Aston Carter, una empresa que la compañía nipona usa para la contratación de trabajadores. Desde Axios explican que se alegan unas «normas coercitivas» contra este empleado, y las denuncias de esta naturaleza se suelen relacionar con casos en los que un trabajador afirma que una empresa ha interferido con su derecho a sindicalizarse o discutir sus condiciones, es decir, algún tipo de activismo laboral.
Estas represalias, decía, irían en contra de la NLRA: «La NLRA protege la democracia en el lugar de trabajo proporcionando a los empleados de los centros de trabajo del sector privado el derecho fundamental a buscar mejores condiciones de trabajo y la designación de un representante sindical sin temor a represalias».
La noticia llega varios meses después de que Nintendo recibiera la primera queja del año por unos motivos similares, donde alegaron lo siguiente: «Nintendo no tiene conocimiento de ningún intento de sindicalización o actividad relacionada y tiene la intención de cooperar con la investigación realizada por la NLRB. Estamos totalmente comprometido a brindar un ambiente de trabajo acogedor y de apoyo para todos nuestros empleados y contratistas. Nos tomamos muy en serio los asuntos de empleo».
Varios medios han pedido comentarios sobre este último caso a la división americana de Nintendo, pero, por el momento, todavía no han emitido declaraciones.
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Viva América, el libre mercado se autorregula, los sindicatos son innecesarios.