Nintendo mata perros (o lo intenta)

Nintendo hace mucho tiempo que es El Mal. ¿Recordáis The Stuff? Aquella genial película de serie B en la que una especie de yogur de origen extraterrestre creaba una tremenda adicción a quien lo probara y acababa entrando en casi todos los hogares de los EE.UU., revelándose más tarde como un organismo parásito que devoraba al huésped desde dentro. Pues eso mismo es la Wii: una jodida trampa mortal para la especie humana. Y en esta cruzada por acabar con la civilización desde el mismísimo salón de nuestras casas, la Wii también está intentando llevarse por delante a nuestro mejor amigo: el almax el perro. Eso es lo que podemos concluir tras ver el caso que paso a relataros a continuación. Marquette, Michigan. La madre ejemplar y moderna Kathy White jugaba con su inocente hijita al, hasta entonces también inocente, juego de bolos del Wii Sports. En uno de sus enfáticos lanzamientos, Kathy no se percató de su simpatico perrito Ozzy, de cinco meses, andaba cerca e impactó con el fálico mecanismo infernal en la sien del pobre animalico. Ozzy no tuvo tiempo de decir ni «ten cuidado, maldita zorra» cuando cayó inconsciente y sin respiración. La acojonada familia aparentemente uniparental, temiéndose lo peor, sólo atinó a avisar a su vecina, que entró corriendo en la estancia para ver si podía obrar algún milagro. A la vecina, de nombre Pene Honey («pene miel», en castellano), probablemente una seguera de gran corazón, sólo se le ocurrió la bizarra idea de hacerle un boca-a-boca al comatoso Ozzy, en un intento desesperado de devolverle la vida al can. Y, por increíble que parezca, así fue. Ozzy volvió a respirar, abrió sus ojillos y se irguió tambaleante gracias a la pericia de Pene, quien quedará para siempre en los corazones de Kathy, su hija, y el mismo Ozzy, si los daños cerebrales no le han jodido la memoria, claro.