Durante la presentación del último informe financiero de Activision Blizzard se ha anunciado un retraso en el marco de lanzamiento de Overwatch 2 y Diablo 4 que los sitúa en este momento en 2023 en lugar de 2022: «Estos son dos de los juegos más esperados en la industria y nuestros equipos han hecho grandes avances en su desarrollo en el último trimestre», escriben desde la compañía, «pero creemos que darles a nuestros equipos algo de tiempo extra para terminar la producción y reforzar sus recursos creativos antes del lanzamiento garantizará que estos títulos deleiten y atraigan a sus comunidades durante muchos años». Como resultado de este retraso, la compañía ha modificado sus previsiones de crecimiento de cara al 2022.
Este informe financiero, el primero afectado íntegramente por los problemas legales que enfrenta la compañía, muestra un crecimiento interanual del 6% impulsado por el excelente funcionamiento de Candy Crush —cuyos beneficios han aumentado un 22%— y el lanzamiento de Diablo II: Resurrected. Dentro de Activision, la franquicia más rentable sigue siendo Call of Duty a pesar de que este trimestre, el que va desde julio a septiembre, sus ganancias netas han disminuido un 17% con respecto al año anterior. Sin embargo, los usuarios activos mensuales del shooter han seguido experimentado un aumento interanual del 7%, superando así los 119 millones: «Me complace informar de los buenos resultados del tercer trimestre, que superan nuestras previsiones anteriores», ha comentado Bobby Kotick, «estamos entusiasmados con el lanzamiento de Call of Duty de esta semana y esperamos que el éxito continúe en el cuarto trimestre».
La presentación de este informe financiero funcionó también como marco para anunciar la salida de Jen Oneal, actual co directora de la compañía, tan solo tres meses después de su ascenso: «Esta energía [la de los empleados de Activision Blizzard por conseguir un cambio significativo] me ha inspirado para echarme a un lado y explorar cómo puedo hacer más para conseguir que los juegos y la diversidad se crucen, y espero tener un impacto más amplio en la industria que beneficie a Blizzard (y a otros estudios) también». Sin dar demasiadas pistas sobre su futuro, Oneal se ha mostrado dispuesta a hacer una donación de 1 millón de dólares a Women in Games International e invertir en su programa de mentorazgo. Los empleados de la compañía han expresado su tristeza por la marcha de la co directora.
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Tres meses desde su ascenso y se marcha. Tiene pinta que la situación interna de Blizzard es todavía más siniestra que la que se ve desde fuera.
Bastante tocho lo de la salida de Oneal, llevaba en Activision 20 años y antes de ser co directora (que no co presidenta, como sí lo era el mierdas de Allen) había sido la head de Vicarious Visions (estudio que, recordemos, perderá su nombre en algún momento futuro). Cómo debe ser el ambiente en Blizzard para que Jen haya renunciado tan solo 3 meses después de ser nombrada co directora…
Sobre los retrasos, el de Diablo IV me parece esperable tras «perder» a su director, el de Overwatch 2 creo que no le importa a nadie, O2 saldrá en un mundo que ha pasado página de Overwatch.
La caja de mierda se ha destapado ahora, pero a saber cuantos años lleva todo ese ambiente de trabajo afectando a los desarrollos de la compañía.
4 años para lanzar una secuela que por mucho que lo intentan no deja de verse como una actualización anual random de un juego como servicio cualquiera.
Entonces, de Activison ya solo queda el Cod y de Blizzard el Wow, y las cuentas las mantiene a flote el juego de móviles de Cod hecho por Tencent/Timi y los juegos tragaperras de King. De super puta madre, socio.