El pasado 1 de marzo nos enterábamos, a través de un comunicado de la editora Playstack, de la retirada de Balatro de «algunas tiendas digitales de varios países» tras un inesperado cambio en la clasificación por edades.
Según el comunicado, el problema vino «no de las tiendas en sí» sino del «cambio repentino» en la clasificación por edades; específicamente, en la clasificación por edades en europa, determinado por PEGI (Pan European Game Information, el organismo de autorregulación que determina y clasifica el contenido de los videojuegos y sirve como guía para el acceso a esos contenidos). El PEGI de Balatro el día de su lanzamiento era +3; esto es: el juego, según este organismo, era apto para mayores de 3 años. «Sin preaviso» y «debido a la creencia equivocada de que el juego incluye imágenes de juegos de apuestas y da instrucciones sobre cómo apostar», explica PlayStack, la clasificación cambió a finales de la semana pasada a +18, esto es, solo para mayores de edad; en ese momento, el juego fue retirado de «algunas tiendas digitales».
Es un eufemismo amable para referirse a la eShop de Nintendo, donde el juego, por cierto, sigue estando disponible solo de manera parcial: en la eShop americana sí se puede encontrar, pero no en las europea, australiana y japonesa.
Pero, ¿por qué fue retirado el juego? ¿Y a qué se debió el repentino cambio en la clasificación por edades, que parece haber sido el detonante de esta situación?
Por partes. Sobre la clasificación, parece que el mismo funcionamiento de PEGI y sus procesos de clasificación por edades ha tenido que ver en el problema, según nos explica Dirk Bosmans, director general del organismo, que nos confirma que la primera clasificación de +3 se otorgó a través de IARC: un procedimiento más ágil y sencillo para tiendas y publishers y que depende no del examen pormenorizado de PEGI sino de una serie de procedimientos que las propias compañías pueden llevar a cabo de manera independiente. Es un sistema pensado para agilizar procesos de cara a adaptarse a los nuevos ritmos que imponen las tiendas digitales; «los desarrolladores ya no tienen que pasar por múltiples procesos para obtener clasificaciones para los diferentes territorios y escaparates», se lee en la web de PEGI, «y a los consumidores se les presenta un conjunto de clasificaciones familiares y fiables aplicadas de manera coherente y que reflejan sus sensibilidades locales y específicas en cuanto al contenido y la pertinencia a la edad».
Este paso por IARC no implica, ya digo, examen por parte de PEGI, como nos comenta Bosmans: a través de IARC, «un juego puede tener una clasificación PEGI casi inmediatamente pero no podemos hacer un play test completo antes de su lanzamiento». El formulario que aportó Playstack para conseguir el PEGI 3 de Balatro no explicaba con precisión la naturaleza del juego, dice Bosmans, y después de jugarlo, una vez ya había llegado a las tiendas, «los examinadores pudieron encontrar evidencia muy clara» de la temática de juegos de azar y apuestas que ha provocado el cambio a PEGI 18; de ahí que «la decisión fuera bastante sencilla» y no se ofreciera preaviso.
Para entrar en esta categoría de los juegos de azar no es necesario, de hecho, ser un juego de apuestas. Un vistazo a la web de PEGI da más información sobre cómo funciona este descriptor de contenido, al que se refieren como «Juego», simplemente. Esta etiqueta se asigna a cualquier título que «contiene elementos que fomentan o enseñan juegos de azar», se lee. «Estas simulaciones de juegos de azar se refieren a juegos que normalmente se llevan a cabo en casinos o salas de juego».
Aunque según la versión en español de la web de PEGI la clasificación mínima posible para cualquier juego que incluya este tipo de referencias al azar o las apuestas es de 12, Bosmans nos aclara que desde 2020 se aplicaron cambios en la manera de aplicar estas clasificaciones que hacen que el juego de azar implique necesariamente un PEGI 18; en la web en inglés sí se puede leer eso, de hecho. «Si la temática del juego de azar tiene mucha presencia en el juego, o si el juego se centra mucho en ella», la clasificación no tiene discusión, «incluso si el juego no simula la experiencia del juego de azar», explica Bosmans. «Aunque no es un simulador de póquer como tal, Balatro hace referencias constantes al póquer y a las manos de póquer», y de ahí que su PEGI tenga que ser 18.
Hay casos límite, como el de 51 Worldwide Games, que tiene PEGI 12 a pesar de tener póquer, blackjack y apuestas explícitas. En el momento en el que ese juego consiguió su clasificación por edades aún se aplicaba la antigua norma, por lo que el organismo decidió, mucho antes de su lanzamiento, darle ese PEGI 12 con el que acabó saliendo, en junio de 2020, aunque ya se puede ver en los primeros tráilers, de marzo de ese mismo año. «Es una regla general de los organismos de regulación que las clasificaciones ya dadas no se cambian retroactivamente», explica Bosmans.
Y cómo olvidarnos de NBA 2K20, por supuesto. En 2019, 2K lanzó un tráiler de NBA 2K20 en el que se veía una cantidad apabullante de juegos de azar, slots y demás juegos de casino, presentados de una manera, además, que sigue resultando obscena cuando vuelves a ver el tráiler hoy. Según Bosmans, ese caso «cobró vida propia», bromea, y provocó una polémica de tal calibre que 2K, de hecho, «decidió retirar las máquinas tragaperras del juego antes de su lanzamiento». Para ese momento «internet estaba enfadado por otra cosa», dice Bosmans en su email, «y el juego salió y nadie se dio cuenta de que las tragaperras habían desaparecido», reemplazadas por una suerte de banco (un movimiento basadísimo, como dirían los jóvenes: al final qué se hace en un banco sino apostar, especular y jugar con el dinero, como en los casinos). El PEGI 3 que acabó teniendo el juego se justifica por ese cambio prelanzamiento, entonces.
Pero ya en 2019 PEGI tuvo que salir a defender el PEGI 3 que aparece bien grande en el tráiler de la polémica, en el segundo 0, explicando que el uso que se veía de los juegos de azar en ese vídeo no «enseñaba a apostar», una explicación que fue muy criticada en su día y que quizá fue lo que acabó llevando al organismo a aplicar esos cambios en su forma de actuar en 2020. «Somos muy conscientes de que puede estar cerca de molestar a alguna gente, y sobre eso se está debatiendo internamente en PEGI en este momento», dijo el organismo a raíz del caso NBA 2K20. La explicación sigue hoy resultando insuficiente: en 2019, cuando ocurrió todo, en la web de PEGI ya se hablaba de un mínimo de PEGI 12 a los juegos que «animaran o enseñaran» a apostar o jugar a juegos de azar, y sigue pareciendo razonable pensar que el vídeo en cuestión, aunque su contenido no acabara llegando al juego final, sí hacía algo muy parecido a «animar» a apostar.
Solo queda, así, responder a una pregunta: ¿por qué fue retirado de la eShop de Nintendo? Esta decisión «no fue tomada por PEGI», me dice Bosmans, aunque sí me explica que, en su opinión, Nintendo hace este tipo de movimientos «para asegurarse de que los controles parentales funcionan apropiadamente»; un cambio de PEGI tan repentino y pronunciado puede provocar conflictos con los mecanismos que tiene Switch para limitar el contenido al que pueden acceder los menores de edad, y de ahí que mientras la situación se aclara se opte por simplemente retirar el juego.
Queda menos claro por qué en Australia o Japón tienen el mismo problema, porque allí, como en Norteamérica, PEGI no se encarga de clasificar por edades los juegos. Por el momento no hemos recibido información o aclaraciones por parte de Nintendo Europa, que es la responsable de la eShop en la región, pero actualizaremos esta pieza en cuanto sepamos más.
El cambio a PEGI 18 parece más o menos definitivo, así, y parece que otras tiendas no han tenido mayor problema: Balatro se puede encontrar sin problema en las tiendas digitales de PlayStation y Xbox, con su nueva clasificación pero disponibles para la compra con total normalidad. Seguiremos atentos para ver cómo se resuelve esta situación, e intentaremos encontrarle respuesta a alguna que otra duda que aún sigue colgando, como el impacto que esta decisión puede tener en las ventas de Balatro en estas tiendas digitales.
En el podcast Reload de esta semana hablamos sobre Balatro, que no es una de las grandes sensaciones del año por nada, ¿eh? Escúchalo aquí abajo, o en tu plataforma de podcasts favorita; o en Patreon, donde desde muy poco puedes apoyar nuestro trabajo.
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La Switch del Oscar revalorizándose como una PS4 con PT.
Y el trailer del 2k20 es historia del videojuego. Para mí al nivel de los de nintendon´t.
A mí me preocupa menos la temática de poker que las mecánicas en sí. Es un juego (juegazo) en el que el azar tiene presencia doble, en las propias manos y en los sobres de cartas. Mucha dopamina para personas pequeñas 🙂
No pasa nada por elevarle un poco la clasificación de edades, hay miles de juegos buenísimos para todos los públicos y este lo podemos dejar para cuando eres un poco más mayor