Pretenden excavar las copias de E.T. para Atari 2600 enterradas en Nuevo México

Siempre creímos que se trataba de una leyenda, un mito de esos con los Iker Jiménez tendría para una neblinosa reconstrucción de los hechos, cuarenta minutos de monólogo y una hora más de debate con Sánchez Dragó y otras bestias indomables de la dialéctica y los psicotrópicos. 

Nos decían que tras el desastre de E.T. para Atari 2600 y el posterior crack de la industria en 1983, a Atari le salía más a cuenta deshacerse de los cartuchos y las toneladas de merchandising que nadie compró que mantenerlos ocupando espacio en sus almacenes. Y la leyenda contaba eso, que uno o varios camiones habían enterrado toda esa morralla en algún lugar del desierto de Nuevo México y allí sigue todavía. Siempre nos sonó a cuento chino, claro, e incluso hubo quien se inspiró en ello para grabar videoclips o montarse sus propias historietas, pero lo que no nos esperábamos es que bien entrado 2013 a alguien se le ocurriera fletar un equipo de excavación para dar con ese Santo Grial de la caca injugable.

Y así ha sido: tras enterarse del testimonio de un tío, Joe Lewandowski, que por aquellos años tenía una empresa de basuras y asegura que vio los miles de cartuchos y sabe dónde se enterraron, la productora canadiense Fuel ha llegado a un acuerdo con el ayuntamiento de Alamogordo que le dará acceso durante seis meses al área donde presuntamente estaría enterrado el mítico cargamento. La idea es grabar un documental sobre lo que quiera que encuentre ahí abajo, si es que encuentran algo. Estaremos atentos a cualquier novedad.