Primeras impresiones de Shinobi 3DS

Durante la partida que eché en el trocito seguero de la gamescom, dos pistas irrefutables me indicaron que Griptonite Games está haciendo lo que toca: la cara de felicidad de @nae —que jugaba a mi lado en otra consola, y para quien el Shinobi II de Game Gear es un regalo de los Dioses— y una sección plataformera con troncos cayendo, alguno que otro en posición vertical, por una cascada. Sí, Shinobi 3DS es un Shinobi. Se nota que Jiro Musashi, protagonista del título, le hizo el cursillo de ninja a su hijo Joe, porque se mueven y se controlan más o menos igual. Muy familiar, muy clásica, es la forma de avanzar por topalante en niveles planos, con altos en el camino para reducir el número de socios del clan rival. Las formas de hacerlo, como decía, son las de siempre: lanzando kunais, repartiendo con la katana o usando aquellas magias de rayo, fuego, viento y no sé qué más. El principal cambio relativo a los proyectiles, es que se van regenerando a los pocos segundos; son virtualmente infinitos y ya no tenemos que ir rompiendo cajas para pillar más. También el manejo de la espada es algo distinto, pues aunque el primer golpe sigue siendo letal —para los enemigos más normales, como mínimo—, podemos cebarnos con los rivales y rematarlos con varios cortes adicionales, en plan combo, que hacen subir el marcador de puntuación. Para hacerlo verdaderamente bien hay que ir a por los multiplicadores, que aparecen tras un rato sin recibir daños. La defensa es más importante y complicada de lo que podría parecer, porque no se puede mantener el bloqueo, solo pulsar R en el momento justo para hacer un parry bastante exigente. Y quien dice parar los ataques enemigos, dice evitar caer en los pinchos. Ya en la primera fase, un par de tramos están reservados a los saltos dobles bien calculados y a lo de impulsarse rebotando contra una pared, mejor técnica ninja ever. El único problemilla que fui capaz detectar es que no se puede correr pulsando dos veces hacia adelante. Curiosamente, el efecto tridimensional de la portátil de Nintendo vuelve a funcionar realmente bien en un juego con diseño 2D y scroll lateral, jugando con los distintos planos de profundidad de los fondos. Mejor ahí que en la parte del caballo, con la cámara situada detrás mientras esquivamos troncos caídos; tendrían que haber dejado también eso tal y como estaba en Shinobi III. En todo caso, ese momento gana como cualquier otro en movimiento: las buenas animaciones y la agradable fluidez general le dan al juego un ligero toque a serie de Cartoon Network de manera que, sin ser ni por esas una maravilla, sí está mucho mejor de lo que se intuye en las espantosas imágenes. Los desbloqueables —nos dejaron caer la existencia de un personaje secreto—, la duración y los jefes finales dirán si publicar el juego en 3DS ha sido mejor idea que hacerlo en XBLA o PSN. Sea como sea, me gustó este Shinobi: es tan respetuoso, tan olescúl y tan digno de ese nombre como cabría esperar de un juego que te permite lanzar un puñado de kunais en abanico mientras haces volteretas en el aire.