Me gusta ser transmisor de buenas noticias. No me gusta tener que decirle a nadie algo que no quiere escuchar, o que le va a resultar duro de soportar. Por eso estoy contento de haber viajado a las oficinas de Rockstar para ver cómo va Max Payne 3, cuánto de Max y cuánto de Payne tiene en estos momentos. (Gracias a @cohaagen por este fantástico chascarrillo.) Estoy contento porque vuelvo a casa con buenas noticias: Max ha cambiado de casa pero sigue siendo el mismo de siempre, en todos los sentidos posibles de la expresión.
El hecho de que Rockstar esté detrás del juego debería ser motivo de sobra para confiar en que Max Payne 3 va a salir bien: esta gente ha hecho dos de los mejores juegos de esta generación y son bastante infalibles, amén de que conviene pensar que han tenido el buen gusto de no llamarlo “Max Payn3”, y eso que lo tenían a huevo. Pero sé que algunos de vosotros tenéis miedo de que el toque Rockstar tenga demasiada influencia en la franquicia Max Payne, así que escuchad: no hay de qué preocuparse, porque Remedy está asesorando el desarrollo y, por las dos fases que pude ver, hay motivos para pensar que esta tercera parte no sólo no rompe para nada con lo que vimos en las dos anteriores, sino que lo recoge, lo reproduce, lo potencia y, por qué no, lo mejora.
Me gustó mucho ver que los tiroteos parecen terriblemente bien resueltos y vibrantes. Parte de la culpa de esto la tiene el sistema de animaciones; me quedé con la boca abierta al ver cómo los enemigos son abatidos, más con la boca abierta todavía al ver los orgánicas que son las transiciones entre animaciones (cuando interrumpimos empezando a pegar tiros una animación predefinida de un grupo de enemigos que registra una zona, por ejemplo, el paso del registro al ataque se siente muy natural, sorprende lo creíble de la reacción de los personajes) y poco a poco más sorprendido aún cuando fui fijándome en las reacciones de los cuerpos a las distintas armas, la forma que tiene Max de rodar por el suelo o cómo se cubre la cara cuando se lanza de cabeza contra una pared: la atención al detalle es enfermiza y en las animaciones de los personajes es uno de los sitios donde más clara y espectacularmente puede verse.
Pero también hay atención en los detalles de todo lo demás: falta aún un tiempo para que el juego sea lanzado, pero ya era posible ver en los escenarios un nivel de detalle y trabajo muy superior a la medio. Un ejemplo significativo: en cierto momento de la demo, el apartamento de un vecino de Max queda abierto y podemos acceder a él. Es algo totalmente opcional y no conseguimos nada haciéndolo, pero al entrar a esa habitación vemos que los objetos que la llenan no son aleatorias: están puestas ahí una a una, con un sentido y un motivo concretos, y la coherencia que ese detalle tan a priori insustancial como la decoración del interior de un apartamento donde ni siquiera tenemos que entrar aporta al conjunto del juego es sensacional. La tónica general de todo lo que pude ver era esa: atención al detalle en absolutamente todo lo que vemos en pantalla.
La idea de Rockstar Studios (el nombre bajo el que se agrupa la colaboración entre varios estudios de Rockstar que están haciendo el juego) es hacer que Max Payne 3 sea un shooter en tercera persona extremadamente cinematográfico; siendo Rockstar, obviamente la idea es que sea no sólo el más cinematográfico, sino también el mejor de su especie. Y lo cierto es que nunca han negado cierto gusto por el cine: las referencias a películas son constantes en todos sus juegos, y parece que Max Payne 3, por su estructura más lineal, es perfecto para saciar las ansias cinematográficas de la compañía. Y lo poco que vi me dejó buen sabor de boca: la forma en que interactúan las escenas generadas por el motor del juego, las partes jugables y los monólogos internos y cómics que son firma de la franquicia es muy buena, especialmente en la parte de Nueva York.
¡Hagamos un alto! Habréis leído en el párrafo anterior unas cuantas cosas que os deben haber gustado; a saber: “estructura lineal”, “monólogos internos”, “cómics”, “Nueva York”. Efectivamente: cualquier miedo que podíais albergar de que Rockstar os cambiara demasiado el juego que todos conocíais es infundado. A pesar de los ocho añazos que han pasado, Max Payne 3 se siente como una secuela perfectamente respetuosa. Seguimos teniendo que recurrir a los analgésicos para paliar el dolor que nos hacen los disparos enemigos, la vida no se recarga automáticamente, seguimos teniendo un arma en cada mano (detalle de primera: cuando llevamos, por ejemplo, una pistola y una escopeta equipadas y decidimos usar la pistola, Max dispara con una mano y lleva la escopeta en la otra: no se la guarda mágicamente en algún sitio), seguimos teniendo tiempo bala (mejor que nunca: las balas se comportan de manera individual, tienen propiedades distintas y los cuerpos reaccionan de forma diferente dependiendo del modelo), seguimos siendo un tipo atormentado que vive en Nueva Jersey.
La historia, ya que nos ponemos a ello, nos pone en la piel de un Max más atormentado, más jodido con el mundo, más dado a la bebida y a los analgésicos; no sé casi nada de lo que ocurre en el juego (política de Rockstar: no enseñar más de la cuenta) pero sí sé que cuando comenzamos a jugar todavía no estaremos en ese Brasil de colores cálidos y con el Max calvo (el drama en los videojuegos, por lo visto, sólo se puede representar poniendo al protagonista calvo y con barba): el Max Payne de toda la vida, el que va por las calles de Nueva York asediadas por la nieve con su gabardina negra, es el que llevará las riendas de la historia al principio del juego. Según pude saber, esta parte del juego no será algo corto y un puro trámite para llevar a Max a Brasil, sino que la transición entre un país y otro será progresivo y bien argumentado. Viviremos la caída a los infiernos de Max en primera persona.
No puedo decir que me sorprendiera encontrarme con un juego bueno, porque mi confianza en Rockstar es siempre plena. Lo que sí me sorprendió fue encontrarme con un juego muy bueno, una tercera parte absolutamente rotunda y que no desmerece absolutamente para nada la memoria de sus predecesores. Este Max Payne 3 no es un experimento ni una continuación oportunista: es un proyecto muy a tener en cuenta y que tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los lanzamientos más importantes de la primera mitad del año que viene.
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Pues menos mal.
¿Y la música?
@kikito
En lo que vi no había nada de Carlinhos Brown, de momento podemos respirar tranquilos.
y Mona Sax?
Que alegría leer estas buenas impresiones! Bien Ferrari, bien!!!
@cohaagen venia de una charla en la que un artista (detalle: brasileño) decia cosas como «no es un pene, es una nube dibujada con una nube». Es normal que estuviese brillante.
lo dudabais?
Joder que ganas!
Me acaba de entrar un hype del carajo
En estos momentos estoy bastante excitado.
Estoy jugando ahora el Alan Wake y no paro de acordarme de Max.
Geniales noticias .
Tengo curiosidad por saber como resolverán el doblaje en castellano, cada entrega a tenido uno hasta ahora (el del 1 >>> 2) y dado el tiempo que ha pasado supongo que nos tocará uno nuevo.
hype, hype everywhere
simplemente no habrá doblaje al castellano .
Es una lástima que no nos ofrezcan la alternativa de poder jugar en nuestro propio idioma con un buen doblaje. Que queremos que se aproveche el espacio de los blu-ray y dvds de doble capa …
@hola32a
está confirmado?
Mientras no aparezca el careto de Mark Wahlberg por ningún sitio vamos por buen camino. Ni si quiera se el nombre de quien dirigió la película por no cogerle manía. Suficiente tengo con cogerle manía al prota. No tiene cara de atormentado, tiene cara de lastima.
Me alegro de que Rockstar lo siga bordando. Salvando la ridícula política de las traducciones. Que si, que en inglés es lo soberbio pero quiero español también. Seguro que sera un juego de DIEZ por lo que parece.
en Rockstar yo confió… nunca perdí la fe
@dolordemuelas
Rockstar no dobla sus juegos al castellano; es política de empresa.
SOLD
@chiconuclear
Pues espero que a tito Max no le dé por subirse al coche, porque madre mía, leer subtítulos mientras montas a caballo o conduces un coche de los años 50 tiene tela.
Pues ojalá que incluyan también a la excelente banda finlandesa «Poets of the Fall» en los créditos, presente el la OST del segundo Max Payne y en Alan Wake también.
Me habéis devuelto la esperanza.
De todas formas, yo creo que todo el revuelo que se montó con lo de Brasil y tal hubiera pasado totalmente desapercibido si no hubieran mostrado nada de esa parte del juego; por propia experiencia, la mayoría de las sorpresas gustan mucho más cuando las descubres jugando, y no en un vídeo.
Aun me acuerdo del Mod The Matrix para Max Payne… Que tiempos aquellos ynque juegazo!