Puede que lo que ofrece New Super Mario Bros. U no sea del todo nuevo: ha querido el destino y los peces gordos de Nintendo que se nos vengan encima dos plataformas 2D del fontanero en apenas medio año. No creo que Nintendo no sepa que corre el riesgo de quemar la fórmula demasiado pronto (y no me refiero a las plataformas en 2D; me refiero al homenaje a una forma de hacer las cosas que ya sólo parece posible a través de este tipo de spin offs o versiones paralelas), y tampoco creo que no estén haciendo nada para remediarlo: en el segundo de Nintendo 3DS la importancia de las monedas, junto con un diseño de niveles memorable, hacía que el juego se sintiera realmente distinto a lo que estábamos acostumbrados; en este de Wii U la cosa tampoco es tan igual como puede parecer en un principio, tal y como pudimos comprobar cuando fuimos a jugar a las oficinas de Nintendo en Fráncfort.
No hay poco de New Super Mario Bros. 2 en esta versión de sobremesa; hay más monedas que nunca, pero no pretenden ser el tema del juego; el diseño de niveles es mucho más creativo, con muchos elementos que forman patrones visuales más complejos; todo está diseñado para tener dos vidas: una dentro de la aventura estándar, la que se desarrolla, para uno o varios jugadores, como lo ha hecho toda la vida (sucesión de niveles, castillos con jefes, algunos caminos secretos), y otra dentro de las variaciones a la fórmula normal que introduce el GamePad de Wii U. El modo Fiebre del Oro de 3DS era una variación; en New Super Mario Bros. U también hay alguna que otra sorpresa así.
Nosotros pudimos probar el juego con dos personas controlando a Mario y Luigi y otra, desde el GamePad, ocuando ese papel demiúrgico del jugador invisible que simplemente se dedica a poner bloques por el escenario, activar ciertos bloques y tontear con los enemigos. Estaba dividido en tres bloques de varios niveles cada uno; el primero era una toma de contacto con el juego y varios de los ítems que hay disponibles; el segundo estaba centrado en el Mario ardilla voladora (que se eleva en el aire agitando el mando y planea, aunque le falta, creo yo, un ataque similar al del tanooki: no paraba de lanzarme hacia los enemigos confiando en darles un golpetazo por pura costumbre), y casi todo estaba preparado para aprovechar la posibilidad de planear que otorga ese objeto; el tercero, por último, nos enseñaba cómo se las gasta el Yoshi fucsia, que se convierte en un globo con el que podemos elevarnos por los aires.
En estos bloques hay un objetivo, como en Fiebre del Oro, algo distinto al habitual: se trata de conseguir el mayor número de monedas posible, aprovechando los mil y un trucos que hacen que aparezca más oro en pantalla (monedas que aparecen si llegamos a ciertas áreas, zonas secretas…); la gracia está en que la pantalla hace scroll automáticamente, y cuanto mayor sea nuestra puntuación mayor es la velocidad a la que se mueve el nivel. Es importante, pues, ser hábil para no acabar muriendo más veces de la cuenta por culpa de la velocidad; las vidas son compartidas, y aunque no son escasas tampoco sobran en exceso. La colaboración entre jugadores es, pues, de agradecer a la hora de que la cosa salga bien.
Hay una diferencia clara entre los que juegan con el mando de Wii y el que usa el GamePad. La introducción de este nuevo rol, pasivo y de refuerzo, modifica el juego de forma bastante radical: la experiencia se rebaja, necesariamente, y con la cooperación el juego se vuelve más social, más, si se quiere, casual. Suelo llevarme rapapolvos cuando me niego a jugar a dobles a ciertos arcades en los que sé hacer buenas puntuaciones (Snow Bros, Metal Slug 3, Ikaruga; todos en mayor o menor medida muy apropiados para jugar con otra persona), y aquí, por eso mismo, jugar con alguien que ponía bloques en el momento menos esperado me chirrió más de lo que me gustaría aceptar. Y esto, debo reconocerlo, es ya cuestión de gustos: para un tipo de juego distendido, una experiencia de salón en la que puedan participar todos aunque su habilidad brincando no sea nada del otro mundo, es ideal. Se favorece algo menos la comunicación que en otras experiencias multijugador de Wii U, como algunos de los minijuegos de Nintendo Land o Rayman Legends (Ubisoft parece haber entendido muy bien la nueva consola de Nintendo), pero a pesar de todo es importante hablar con los otros jugadores: sea para pedir bloques de ayuda o la colaboración del que va con GamePad o, en el caso opuesto, sea para no abrir el pico y, teniendo el control de la tableta, putear a los demás colocándoles bloques, por ejemplo, justo encima de la cabeza en el momento en que vayan a saltar una distancia peligrosa. No se recompensa la no ayuda, pero las risas que nos echamos haciéndonos la vida imposible no nos las quita ya nadie.
Sin ser, en modo alguno, el punto más fuerte ni reseñable del juego, New Super Mario Bros. U me dio esta vez las mismas sensaciones en lo visual que en el E3. Resulta raro ver a Mario en alta definición: quizá nos tenga Nintendo famélicos de gráficos acordes a los estándares del año 2012, pero todo va tan suave y se ve tan bonito (y tan detallado: los Miis en el fondo del escenario haciendo el paripé son encantadores) que parece uno de estos montajes que hacen aficionados para subirlos a YouTube. Tantas referencias a Super Mario World en HD no es algo que se vaya fácilmente de la cabeza.
No, no es un Mario Galaxy o, ojalá, algo totalmente nuevo, algo que, seguro, Nintendo se guarda en la manga para cuando tenga que darle nueva vida al fontanero. Pero New Super Mario Bros. U sigue acertadamente la senda de sus hermanos de portátiles y Wii: diseño de hierro, pequeñas salidas de la fórmula clásica que prefieren destacar por calidad que por cantidad y, en este caso, la presencia del GamePad con pantalla de Wii U. No me atrevo, con lo relativamente poco que jugué (todo lo que me dejaron, eso seguro), a afirmar categóricamente si se quedará en gimmick o la aportación será realmente valiosa; tengo mucha curiosidad por ver cómo Nintendo se las apaña para equilibrar la balanza entre fortalecer este tipo de juego nuevo que quieren instaurar en los salones y los reclamos para el hardcore (sí, hardcore) de Mario que no tiene reparos en dedicar decenas de horas para completar el juego al 100%. De momento, como volver a casa: sabes que, por mucho que las cosas estén grises, las caras familiares nunca fallan del todo.
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Me ha hecho gracia esto. En plan: «ehh, ehh no os enfadeis, vale?».
ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO NO ASE FALTA QUE DISES NADA MAS PORQUE ES UN PUTO MARIO
Y esto queridos amigos, es un Fanboy.
Si quereis lo podeis ver como un spin-off Nuevo de mario como hicisteis con el de la 3d. Asi no duele tanto comprarlo .
Es un consejo del cabildo anaitguero 12 meses 12 estafas.
PD : Entretenido sera seguro.
PERO QUE GODER ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO
Warioland II >>>>>>>todos los juegos de mario
Como echo de menos al gordo cabrón de amarillo
New Super Mehrio Bros. U
Tenía que decirlo.
Ya me voy.
Repito: http://www.youtube.com/watch?v=Ukrb9IjWtHI
Si sacan un Wario Land como el último para Wii U, le daré todo mi dinero a Nintendo. Wario mola más que Mario.
A mí me da la sensación que estos marios en 2D los hacen en una cadena de montaje cual COD o Pro, todo el rato los mismos elementos gráficos clonaos. Les falta mucho HAMOR y MAJIA (por utilizar términos nintenderos)
Que no me llame un Mario me da mucha pena. Siempre nos quedara rejugar al Super Mario World.
Pues yo lo que veo en los videos me gusta MUSHO.