Primeros scans de Battlefield 3

Ya tenemos aquí el reportaje con el que la revista americana descubre el juego bélico que pretende cargarse a Call of Duty; 10 páginas con bastante información y unas capturas como para tener mucha fe en Frostbite 2. He leído cosas mejores, la verdad. Sé que es complicado escribir algo interesante cuando no te dejan jugar, pero aquí se pasan describiendo sin más las escenas por las que pasa la demo: el típico paseo en un carro de combate interrumpido por francotiradores e insurgentes con RPG, patadas a puertas para alcanzar una azotea con buenas vistas y devolvérsela a los iraquíes… Los responsables de Battlefield 3, que cuentan con casi el doble de efectivos en sus oficinas, DICEn ((Juju.)) estar prestando especial atención al ritmo, alternando momentos de mucha acción con otros más calmados y sirviéndose de herramientas tan de moda como la cámara lenta y los QTE para combates cuerpo a cuerpo. Todo en esta campaña, que nos llevará por Paris, Nueva York o Teherán, tendrá un tono mucho más serio y duro que los Bad Company. Todo el resto son apuntes sobre la tecnología detrás del juego. Lo cual tampoco está mal, porque hay mucho que contar: la iluminación es una maldita locura, el audio será todavía más limpio, el sistema de animaciones ANT, usado en FIFA, podría acabar con los movimientos robótcicos incluso en el multi, y la destructibilidad se llevará a un nuevo nivel. En un momento de la demo, una calle entera se abre por el efecto de un terremoto y cierto pepinazo causa lo que el redactor describe como «el derrumbe de un edificio más realista que se haya visto». Prometen, en cualquier caso, no dejarse tentar por Michael Bay y mantener la destrucción dentro de unos niveles «creíbles». En cuanto al multijugador, está claro —lo dice el puto título— que aquí se van a retomar las cosas donde se dejaron con Battlefield 2. Mapas enormes, 64 jugadores en PC —que es la versión principal, a partir de la que se harán los ports a PS3 y Xbox 360— y 24 en consolas, aviones y, joder, menos mal, la posibilidad de tumbarte en el suelo. No sé vosotros, pero yo tengo el hype muy, muy arriba ahora mismo. Y eso que el Bad Company 2 no me parece ninguna maravilla.