Quantic Dream se pasa a la multiplataforma gracias a la inversión de NetEase

NetEase ha comprado una participación de Quantic Dream, el estudio detrás de Detroit: Become Human y Heavy Rain. Gracias al apoyo de la gigante china, David Cage y compañía dejarán de lanzar sus juegos en exclusiva en PlayStation, como venía ocurriendo desde que comenzaron a colaborar con Sony antes del lanzamiento de Heavy Rain.

Según David Cage, en declaraciones para Variety, «no habrá cambios en la dirección» del estudio, que gracias a esta colaboración podrá impulsar su plan de «convertirse en una compañía global de entretenimiento multifranquicia y desarrollar tecnologías avanzadas y juegos». No se ha dado información sobre futuros proyectos, aunque ante la pregunta de si entraba en sus planes probar suerte con los móviles (donde NetEase tiene experiencia), Guillaume de Fondaumière, COO de Quantic Dream, explicó que su objetivo es «estar presentes en todas las plataformas donde haya un público que pueda disfrutar de nuestras experiencias».

«Seguiremos, por supuesto, desarrollando para PlayStation, una plataforma que conocemos muy bien después de haber trabajado con Sony 12 años, pero también estaremos presentes en todas las demás plataformas relevantes», dijo.

Quantic Dream llega a este trato en un momento del que se pueden sacar muchas lecturas. Detroit: Become Human vendió dos millones de copias el año pasado; se dijo que tuvo el mejor mes de lanzamiento de la compañía, un 20% por encima de Heavy Rain; es un crecimiento lento pero constante (los presupuestos son cada vez mayores, aunque no mucho, y también las ventas, aunque no mucho) al que le iba bien tener el apoyo de un publisher fuerte como Sony. Lo de «multifranquicia» me suena a mayor ritmo de lanzamientos; habrá que ver hacia dónde tiran, pero igual Telltale ha dejado un hueco en el nicho de los aficionados a los juegos muy narrativos que esta gente puede aprovechar.

Por su parte, NetEase es una de las compañías más importantes de China, donde se encarga de los juegos de Blizzard, y lleva unos años expandiéndose por Estados Unidos (donde abrió una filial en 2015) y Europa. A mediados del año pasado, NetEase invirtió 100 millones de dólares en Bungie, un movimiento que acabó seis meses después en separación de Activision y control de la serie Destiny, para cuya publicación habían firmado un contrato, según se sabe, de tres títulos y diez años. Destiny se publicó en 2014.