Rage para PC pasa por el aro

Muchos dimos un respingo en nuestro asiento al instalar Rage en nuestro ordenador, entrar en las opciones de vídeo y ver que no había nada más que ajustar que la resolución, el brillo y el anti-aliasing. Se supone que el juego se adapta al equipo de forma automática para mayor rendimiento, pero el problema es que ese «autobalancer», como algunos lo llaman, funcionaba tan bien como las caderas de la Duquesa de Alba y en algunos PCs de sobrada potencia el jueguico no se veía en todo su esplendor, así que había que meterle mano a las opciones en los archivos .CFG de configuración para subir la calidad de las texturas, añadir filtros y forzar la sincronización vertical por drivers. En fin, un cristo y un hazmerreír para los consoleros. Ahora, tras un tsunami de quejas, id Software se ha dejado de tonterías y ha añadido en su nuevo parche los dichosos reguladorcitos de las opciones avanzadas que, ahora sí, nos permiten ponerlo todo a nuestro gusto (porque a algunos preferimos sacrificar algunos frames por segundo a cambio de verlo todo bien bonito, y otros no) y nos evita el mal trago de editar archivos que ni siquiera deberíamos saber que existen. Mientras, Carmack le echa la culpa a AMD por no lanzar sus últimos drivers a tiempo para la salida de Rage y dejar a unos cuantos miles de clientes sin poder jugar durante unas horas, pero desde luego sorprende que una compañía con tanta solera y una comunidad gigantesca se la juegue de este modo tomando decisiones tan discutibles.