Stardew Valley sale en Vita la semana que viene

En diciembre Eric Barone confirmaba lo que ya venía planteándose desde el enero anterior: el lanzamiento de Stardew Valley para PlayStation Vita se produciría este año. Después de seis meses sin saber nada más del asunto, y con numerosas actualizaciones desplegándose en el juego original para PC, PS4, Xbox One y Switch, ya empezaba a oler mal tanta falta de información sobre el port a todas luces más improbable de todos. Por suerte, la cosa parece que ya está lista: Barone ha anunciado en su blog de desarrollo que Stardew Valley llegará a Vita el próximo día 22 de mayo. La versión para la portátil de Sony ofrecerá el encanto esperable del original, pero tendrá alguna desventaja con respecto a otras ediciones: esta versión no incluirá la actualización 1.3 que incorporará al juego el modo multijugador cooperativo (que en PC, de hecho, ya se puede probar descargando un parche en estado beta) y que lleva por nombre «spring update», así que en teoría debería llegar antes del 21 de junio. Las malas noticias son esencialmente que Vita será la única plataforma en quedarse sin ese nuevo modo online, pero también las hay buenas: el juego será cross-buy, de modo que si tenéis una PS4 también podréis descargarlo en la sobremesa (esta versión sí: con online cuando salga la actualización) sin coste adicional. Ahora mismo, por cierto, está rebajado a solo 8,99 euros en la tienda digital de Sony. Quizá es por amor a la plataforma, o porque se le calentó la boca a principios del año pasado, pero el caso es que sorprende relativamente este esfuerzo por llegar a una consola que no está muerta pero si lleva ya un tiempo entubada. Solo hace falta ir a la Store y echar un vistazo a los último lanzamientos para comprobar que Vita se ha convertido en refugio de indies de segunda y que el último juego de entidad que llegó a la portátil es el Iconoclasts en enero de 2018. Que ahora aparezca por allí Stardew Valley quizá no responde a la lógica de los negocios, pero desde luego es un estupendo broche para sus últimos estertores. Sobre el propio juego, en su día yo mismo estuve echándole unas buenas horas y descubriendo los encantos de aquella versión inicial que a buen seguro habrá evolucionado mucho desde entonces. Escribí esto que creo que plasma un poco la filosofía tras la experiencia Stardew Valley:

El objetivo es mantener la granja y relacionarnos con los habitantes de la zona, pero ninguna de las dos actividades son obligatorias ni existe urgencia alguna por llevarlas a cabo. Podemos pasarnos la vida en nuestro huerto ignorando cualquier posibilidad de interacción social, podemos dejar pudrirse las lechugas y pasarnos el día de conversación en conversación (en invierno, de hecho, no hay cosecha) o podemos bajar a las minas y disfrutar de la faceta dungeon crawler matando bichos y looteando materiales para fabricar objetos. Dice Barone que esta libertad es lo que le sedujo de los primeros Harvest Moon de mediados de los noventa, una época en la que todo lo demás se basaba en el principio de lo lineal. Y de hecho con Stardew Valley parece haberse posado en cada flor de la franquicia para extraer lo más interesante (la vertiente dungeon crawler en realidad apareció por primera vez en la subsaga Rune Factory, que arrancó en 2006) y llevarlo a su propia colmena unipersonal fraguada a lo largo de casi un lustro.