El estudio valenciano Chibig ha anunciado que Summer in Mara, su nuevo juego, se retrasa hasta febrero de 2020. En su página de Kickstarter, Chibig explica que la decisión de encargarse también de la edición del juego ha sido determinante a la hora de tomar la decisión.
Según se puede leer en la actualización, desde que terminó su exitosa campaña de crowdfunding numerosos publishers han contactado con el estudio, interesados en lanzar el juego. «Sin embargo, queremos hacer que este viaje sea nuestro», confiesa el estudio: por eso han tomado la decisión de «gestionar todo lo relativo al lanzamiento de Summer in Mara» por su cuenta, dicen, lo que les permitirá, de paso, «estar más cerca de vosotros y de todos nuestros fans y jugadores».
«Esta es la primer vez que hacemos algo así», reconocen, «así que, por favor, tened paciencia con nosotros».
El retraso parece consecuencia directa de esta decisión, aunque «hasta el último minuto» han intentado buscar maneras de no mover la fecha de lanzamiento, explican. «Vamos a tener que encargarnos del control de calidad, de los ports a todas las consolas, de gestionar a las compañías de localización, de ir a más ferias y otro trabajo relacionado con el desarrollo», dice Chibig. «Además, también queremos ofrecer la mejor experiencia posible en todas las plataformas»; por el momento, y con foto como prueba de ello, el juego ya está corriendo en Switch.
Con estas novedades, el calendario queda más o menos así: en agosto y septiembre cerrarán el desarrollo, en octubre y noviembre se encargarán de los ports y la localización y entre diciembre y enero harán testeo y control de calidad; por último, en febrero esperan publicar Summer in Mara. Este calendario se refiere al juego; las recompensas físicas comenzarán su producción en agosto y se enviarán a los backers en octubre.
No es la primera vez que hablamos sobre Summer in Mara. Cuando iniciaron su campaña en Kickstarter, sus responsables nos explicaban que su idea era que los jugadores «nos indiquen de nuevo el camino», después de una experiencia positiva con su anterior trabajo, Deiland. «Qué les gusta, qué no, qué podemos mejorar o qué dejamos como está. Es una forma de implicarlos en el desarrollo y que nos ayuden a crear la mejor versión posible de Summer in Mara». Tuvimos también la suerte de publicar un imprescindible postmortem de la campaña de financiación en la que Diego Freire, el responsable de comunicación del estudio, nos explicaba cómo la habían diseñado para conseguir que fuera un éxito.
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Demasiado bonito era eso de meterse en un kickstarter que nos iban a entregar al cabo de pocos meses.
Se espera con paciencia 🙂
@landman
Con el Deiland lo hicieron