Sunnyside Games y Noodlecake han publicado una demo de Towaga: Among the Shadows en Steam, como parte del Festival de Juegos que reúne versiones de prueba de un buen montón de títulos. El juego, publicado en Apple Arcade en septiembre del año pasado, mantiene firme su propuesta en su llegada a ordenadores: una «mezcla única de twin-stick shooter y juego defensivo frenético», según sus responsables.
Towaga nos pone en el pellejo de Chimù, un guerrero al que se le concede el poder de la luz para defender su isla de Metnal, el villano que la amenaza con su ejército de la oscuridad. Es un argumento simple que envuelve un juego solo engañosamente simple, o que al menos parece tener (juzgando por lo que he podido ver en la demo) más profundidad de lo que aparenta.
Generalmente inmóvil, en Towaga utilizas un stick para disparar un rayo de luz y un botón para activar un poder especial con el que complementas tu ataque principal. Con esas dos herramientas te defiendes de las hordas de enemigos que van trepando hasta la cima del templo que intentas proteger. Poco a poco, no solo aumenta la cantidad de enemigos sino también la complejidad de sus ataques, entre los que empieza a haber proyectiles o trampas que te paralizan durante unos breves instantes; llegado el momento, llegas a subir también al cielo, donde sí puedes moverte con libertad (aunque dentro de unos límites muy estrictos) mientras eliminas enemigos, que sigue siendo el cometido principal.
La demo deja claro que el modo historia tiene una curva de dificultad suave pensada para ir introduciendo nuevas mecánicas poco a poco; los 7 niveles que se pueden jugar, de un total de 74, te dejan con un par de habilidades (una onda expansiva que no hace daño pero sí aparta a los enemigos y un rayo de hielo que los congela) y una capacidad limitada para mejorar las capacidades de tu personaje, y aunque lo que se ve ahí no es particularmente emocionante la cosa cambia bastante en el modo supervivencia, en el que hordas infinitas de enemigos te asaltan y el objetivo es resistir hasta donde puedas. Ahí la intensidad sube considerablemente y el juego es mucho más divertido: te obliga a usar mucho y bien las habilidades (la que tengas equipada: solo puedes tener una) y la limitación de movimiento deja de ser algo en lo que piensas, porque no tienes tiempo para pensar en ella mientras te asedian decenas, cientos de enemigos. Es ahí, cuando el juego se pone serio, cuando se esfuman o al menos dejan de parecer tan importantes las limitaciones que en un principio parecen venir de su origen en móviles.
Puede ser interesante, en fin; merece la pena probar la demo, en la que se nota la intención de hacer un juego «en el que te sientas a la vez poderoso y vulnerable», como comenta en una nota de prensa Ryan Granville, del estudio suizo Sunnyside Games. Aún no hay fecha de lanzamiento para esta versión para ordenadores, pero si tenéis Apple Arcade podéis jugarlo ahí.
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A mí me tiene pintaza. Como anécdota decir que fue el primer y único juego en el que colaboré como mecenas en su Kickstarter, me dio la venada ese día, estaba generoso, ya ves tú qué cosas.
Me hizo recordar al Savant – Ascent