Hay tres chifladuras indie a punto de llegar a PS4

Esta mañana me he cruzado con tres lanzamientos especialmente chalados que van a salir en consolas de Sony durante el próximo mes y medio y que sorprende un poco el hecho de verlos en una plataforma tan aparentemente mainstream. Creo que es buena idea reunirlos en una sola entrada informativa, para que luego no se nos echen encima los alérgicos a la experimentación y a las cosas raras en general. Vamos allá:

Neverending Nightmares

Sobre este ya escribí yo mismo hace algún tiempo, y aunque no llegamos a publicar un análisis, creo que quedó más o menos claro que se trataba de un walking simulator con un tono bastante distintivo dentro de su propio género. Obra de Matt Gilgenbach, este Neverending Nightmares es una propuesta con cierta vocación terapéutica y también divulgativa que nos mete de lleno en un mundo de opresión, angustia e inquietud. En PSN se vende como terror psicológico, y quizá es la mejor definición posible: aquí en lugar de sustos nos enfrentamos a algo tan terrorífico y real como es el trastorno obsesivo compulsivo enfocado a la autolesión y los pensamientos intrusivos. Dice el propio Gilgenbach que la historia del juego no es autobiográfica, pero sí lo son las emociones que trata de desprender. Basta con ver algún vídeo para darse cuenta de que se trata de un título muy basado en transmitir emociones, y no precisamente agradables. Llega el 3 de mayo a PS4 y Vita.

Push Me Pull You

Otro del que ya hablamos cuando aún se estaba gestando, aunque quizá sea el más vendible de los tres en términos estrictamente comerciales. Es un multijugador competitivo muy gracioso y de primeras parece la mar de divertido, pero eso no excluye su condición de invento zumbado y profundamente perturbador. Así expliqué la mecánica hace unos dos años: «equipos de dos jugadores representan los dos extremos de lo que parece una aberración humanoide, una suerte de hermanos siameses unidos por su torso alargado, como los dos extremos de un gusano. Cada equipo debe coordinarse para mantener la pelota en su zona y cuanto más tiempo lo haga más cerca estará de ganar. Es una mezcla de lucha grecorromana, sumo y, yo qué sé, voleibol». Los diseños mezclan lo agradable de las formas simétricas y de colores planos con una idea que parece salida del cerebro de Brian Yuzna o un David Chronenberg drogado: la fusión de los cuerpos por la cintura, como un chicle de carne. Una pesadilla sonriente en tonos pastel. Llega el 3 de mayo a PS4.

One Way Trip

Y, cómo no, de este también estuvimos hablando. ¡Si es que nos gusta más una marcianada que a un tonto una tiza! Eso sí, One Way Trip ya venía directo a PlayStation 4 y Vita desde que se anunció, no es una adaptación de un juego de PC como en los otros casos, y parece que a principios de este mismo verano podremos catarlo por fin. Os recomiendo llegar hasta el tráiler en YouTube para leer los comentarios de los lectores: la gente parece genuinamente cabreada, los hay que incluso piden a los desarrolladores que paren de hacer juegos. Así de desquiciante es, por lo visto, la loca puesta en escena de este One Way Trip, un RPG psicodélico y la mar de interesante sobre las últimas horas de dos hermanos víctima de un ataque terrorista que consiste en envenenar el agua, de modo que la gente intoxicada solo vivirá seis horas más llenas de alucinaciones y delirios. Según explicaba Víctor, «mientras nosotros tengamos nuestras alucinaciones, otros personajes del juego tendrán las suyas. Las relaciones que formemos con ellos y las decisiones que tomemos afectarán al transcurso de la partida, que puede cambiar de las formas más delirantes». La idea es colosal y el aspecto visual y sonoro (música a cargo de Demon Cheeks) no deja indiferente a nadie. Llega este verano a PS4 y Vita.