Tres juegos de skate

De todas las fantasías de poder que me han ofrecido los videojuegos en todo este tiempo, mi favorita es el skate, el deporte más completo para hacerse polvo las rodillas. Hay quien prefiere matar terroristas o gestionar el urbanismo de una ciudad: yo me quedo con los kickflips. Me pongo rojo solo de pensar en el día en que decidí comprarme una tabla e intentarlo; quizá no debiera ser así, pero lo cierto es que todavía hoy me resarzo de esas caídas y vergüenzas jugando a OlliOlli o volviendo de vez en cuando a Tony Hawk’s Pro Skater 3. Hay otro alivio para mi frustración en el horizonte, y se llama Skate City.

La gente que tiene detrás es interesante. La idea sale de Daniel Zeller, un desarrollador del estudio noruego Agens que creó Skate Lines; después de conseguir un seguimiento «de culto» con ese discreto juego, en abril del año pasado le enseñaron al estudio canadiense Snowman, los de Alto’s Adventure, «lo lejos que habían llegado» con lo que iba a ser Skate Lines 2. «Siendo skaters nosotros mismos desde hace casi dos décadas», explica el estudio en su nota de prensa, «nos encantó lo que vimos». La esperada secuela (aún se habla de ella en las reseñas de la primera parte en las tiendas de apps) se convirtió, ya desarrollado a medias entre Oslo y Toronto, en Skate City.

Como Skate Lines, Skate City saldrá en iOS y Android. Es interesante por la experiencia de Agens y Snowman con los controles táctiles: aunque nosotros los asociamos más con sus juegos, los dos estudios se dedican también al desarrollo de apps de todo tipo, desde Checkmark, para hacer listas de tareas, hasta Gjensidige Øvelseskjøring, un encargo de una compañía de seguros para gamificar las prácticas de la autoescuela de los conductores novatos. Si habéis jugado a Alto’s Adventure, sabéis que una parte importante de su atractivo está en lo bien que se siente; es de esos que saben hacer que dé gusto tocar la pantalla del móvil, que no se echen de menos los botones. Por eso me resulta interesante que digan en la nota de prensa que han «estado trabajando juntos para perfeccionar un sistema de control que está hecho a medida para el juego en móvil»: me hace pensar en la tremenda sorpresa que fueron los controles tan orgánicos y sutiles de Skate, de EA.

En vez de los mapas expansivos y abiertos de ese juego, Skate City apuesta por las recreaciones lineales de spots conocidos de distintas ciudades. Viene a la cabeza OlliOlli, inevitablemente, aunque aquí los gráficos sean tridimensionales y tenga un ritmo decididamente más pausado, más cercano a la vida real. Aquí no hay parques de atracciones en llamas ni decorados de western, sino una serie de rincones patinables de Oslo, Los Angeles o Barcelona; suficientemente deformadas, eso sí, para que sea más inspiración que recreación minuciosa, para convertirlas en un nivel de videojuego.

«No estamos listos para compartir detalles precisos todavía», explican sus creadores, «pero si nos sale bien, Skate City capturará la nostalgia, el arte y la experimentación que nos encanta del skateboarding, a la vez que llevamos a los jugadores a escenarios icónicos del skate de todo el mundo». Algunos de estos sitios se pueden ver en su perfil de Instagram: «normalmente mantenemos un poco más misterio sobre lo que se puede esperar de nuestros próximos juegos», se lee en la nota de prensa, pero «en el skate, buena parte del disfrute está en compartir tus habilidades con otros, y colaborar para dar más de ti mismo. Por eso compartiremos regularmente clips del juego en Instagram mientras lo desarrollamos».

Se ve y se escucha muy bien; si confiamos en el historial de los dos estudios implicados en Skate City, es posible que la parte de los controles también sea interesante. Es uno de esos juegos que gusta tener en el bolsillo; le dan como otro peso al móvil, yo qué sé.

Me quedan dos juegos de skate para cumplir con el título de este artículo, así que allá vamos: hace unos días Daniel Lingen, community manager de Electronic Arts, solo necesitó tuitear #skate4 para que saltaran todas las alarmas. Es solo un hashtag inocente, claro, pero la combinación de provenir de alguien que está dentro de EA y el hecho de que ese #skate4 se asocie a esas campañas llevadas a cabo por fans que quieren ver el regreso del simulador de patineta es demasiado irresistible como para dejarlo pasar.

Obviamente este tweet no significa mucho, pero 2017 es un año tan bueno como cualquier otro para anunciar ese hipotético Skate 4; el inesperado resurgir de Skate 3 gracias a YouTube y la buena acogida que tuvo al volver a la actualidad vía retrocompatibilidad con Xbox One animan a esperar un poco más ese EA Play que la compañía celebra un día antes del E3.

Todavía más hipotético es el próximo juego que llevará la firma de Tony Hawk, del que el skater ya ha hablado, aunque muy por encima, en una entrevista reciente. Está confirmado que «no será de Activision», en palabras de Hawk, que dice estar «trabajando en algo», aunque «es tan pronto que no podría hablar de ello». «No tengo ningún contrato firmado pero es emocionante. Tengo la sensación de que es la gente correcta, así que debería estar más avanzado en los próximos meses», explica.

Por ahí se propone una posibilidad insólita: que ese «algo» de lo que habla Tony Hawk sea Skate 4, y que la «gente correcta» que ha reemplazado a Activision sea EA. Internet llega a todos los rincones de la mente.