Una nueva ley para el pachinko hace que SNK vuelva a los videojuegos

Sería muy bonito que las leyes japonesas estipularan que es totalmente ilegal que SNK, una compañía con un currículum de juegos clásicos impresionante, se pase a los pachinkos. Así, por decreto: prohibido. El mundo no es un lugar tan bello y, desafortunadamente, esto que he dicho no tiene ningún sentido, pero a veces las elucubraciones de los legisladores traen resultados inesperados. Seis años después de su último lanzamiento (desde 2010 con The King of Fighters XIII hasta el nuevo The King of Fighters XIV), SNK Playmore volverá al desarrollo de videojuegos y abandonará el negocio del pachinko para alegría y alborozo de los fans. Y no por gusto, o al menos no solo por eso. Según una reciente entrevista que el jefe de la división de juegos de SNK, Yutaka Noguchi, concedió a Famitsu, los nuevos cambios en las leyes que regulan el sector del pachinko obligarían a la compañía a realizar cambios demasiado drásticos en su manera de trabajar, algo que han decidido que no les saldría a cuenta. ¿La solución? Olvidarse de la diversificación y dedicarse otra vez a los videojuegos. En todos estos años sin grandes proyectos, SNK se ha dedicado exclusivamente a sacar petróleo de antiguas franquicias a base de reeditar sus juegos en Steam, licenciar versiones para móviles y en definitiva prostituir con mayor o menor respeto el trabajo que les hizo famosos, algo que dicen que les ha ayudado a decidirse por volver a este mundillo de los píxeles. Ahora habrá que ver si deciden seguir en esa línea o si están dispuestos a poner dinero sobre la mesa y arriesgarse con lanzamientos que tengan algo de enjundia, en la onda de KOF XIV. La buena señal, siendo optimistas, es que SNK dice haber vuelto a contratar al personal antiguo que se dedicaba antes a desarrollo de juegos para que vuelvan a hacer lo propio, y que han reestructurado la plantilla para que los programadores de pachinko participen también esos nuevos proyecto. Y lo cierto es que pasar de las tragaperras a los jueguicos parece una evolución muy estimulante. Por cierto, si alguien se pregunta qué demonios es esto de los pachinko y por qué vuelve locos a los japoneses, aquí intentamos explicarlo.