World of Warcraft ayuda a detener un fugitivo

Durante más de un año, Alfred Hightower consiguió escapar de las férreas manos de la justicia tras haberse fugado de la cárcel. Hightower fue detenido en Kokomo, Indiana, por tráfico de marihuana y otros estupefacientes, y tras salir por patas de su reclusión llegó a Canadá, donde la tranquilidad podría haber sido, a juzgar por el jaque en que había puesto a las autoridades norteamericanas, prácticamente definitiva. Hightower no contaba, claro, con que su peor vicio iba a llevarle de nuevo al trullo: su enorme afición a World of Warcraft. Del fugitivo, cuyo nick en WoW era Rastlynn, podemos dar un breve boceto: a juzgar por el retrato robot (que mostramos en la imagen), Hightower era un toro humanoide de edad media y complexión fuerte, aunque no se descarta que cambiara su apariencia en algún punto de su exilio para dar esquinazo a las fuerzas del orden. Por mucho retoque se hiciera no pudo, de todos modos, escapar para siempre: esta es la historia de cómo la policía dio con él. El verano pasado, Matt Roberson, sheriff de Howard County, Maryland, estaba en medio de una investigación que tenía como objetivo último dar con la localización de fugitivos perseguidos durante largo tiempo. Mientras recogía información de distintas fuentes sobre los criminales, llegó a su conocimiento que Hightower era jugador habitual de World of Warcraft, y el sheriff no tardó en enviar una petición a Blizzard en la que les pedía información sobre el jugador de nick Rastlynn; a pesar de su cargo, no podía forzar la adquisición de información por tratarse de un fugitivo que no estaba en Estados Unidos. Cuál sería la sorpresa de Roberson cuando, meses más tarde, un paquete llegó a su oficina: en él, las siete temporadas de The West Wing esperaban a ser vistas; el oficial no albergaba ya esperanzas de que Amazon le hiciera la entrega. Su sorpresa fue aún mayor cuando al siguiente día otro paquete hizo acto de aparición; en este, todos los datos relevantes sobre Hightower que el sheriff requería estaban listados. «Busqué la dirección IP para localizarlo», cuenta Roberson. «Obtuve la longitud y la latitud. Luego fui a Google Earth. Funciona de maravilla. Usa longitud y latitud. ¡Boom! Tenía la dirección ((Estas declaraciones son rigurosamente auténticas, palabra por palabra, aunque suenen a pura coña.))». Poco después, Hightower fue detenido en Ottawa, Ontario, por la policía montada canadiense, que le deportó a Minneapolis, Minnesota. Ahora espera allí a ser transferido de nuevo a Indiana, donde cumplirá con la condena que merece su canallada. «Roberson hizo un gran trabajo», dijo el sheriff Marty Talbert a propósito del trabajo de su colega. «Esta es la primera vez en mis siete años de servicio que un fugitivo ha sido localizado en Canadá». Una historia realmente esperanzadora.