Wrestle Jam, el juego de El Luchador, fue creado para la ocasión

En la sobrevalorada película El Luchador, estrenada por estos lares la semana pasada, hay una escena en la que Randy ‘The Ram’ Robinson invita a un niño vecino suyo a su caravana. El antiguo campeón de lucha libre le propone al chaval jugar juntos a un juego de NES llamado Wrestle Jam. ‘The Ram’ se selecciona a sí mismo, mientras que joven se decanta por su mítico rival, El Ayatolá. Tras el combate, el chico se queja de que el juego es demasiado viejo, y le cuenta a Randy lo genial que es Call of Duty 4, aunque, claro está, él no lo conoce. La escena es una de las mejores de la película– exceptuando en las que sale Evan Rachel Wood, obviamente–, y refleja a la perfección la dramática situación del protagonista. El juego en cuestión fue creado para la ocasión por los hermanos Kristyn Hume y Randall Furino partiendo de cero, aunque basándose en clásicos del género que salieron para la misma consola, como Pro Wrestling y WWF Wrestlemania. Hume, que se encargó también de los estupendos títulos de crédito, cuenta que Darren Aronofski, el director de la película, quería que hicieran un juego real, para que «los actores pudieran jugarlo, en vez de actuar como si estuvieran haciéndolo». Por ello, el proceso les llevó semanas, y reconoce que uno de sus mayores retos fue adaptar sus sprites diseñados a la limitada paleta de 8 bits. Furino se ocupó de la programación, la inteligencia artificial, de crear ocho ataques diferentes y demás. «Se aproxima tanto a un genuino juego de lucha old-school como me fue posible en el tiempo que tuve», comenta Furino, que incluso hizo que Wrestle Jam se pudiera manejar con el mando original de Nintendo. En la película también se puede escuchar ligeramente la música del juego, compuesta por Joel Feinberg. Inicialmente quería que sonara como Bang Your Head de Quiet Riot, pero ello podría haber supuesto algún problema de derechos, y no tenían un gran presupuesto, así que finalmente sólo la usaron para el camino de ‘The Ram’ al ring antes de cada pelea. Así pues, Feinberg también se inspiró en Pro Wrestling. Creó seis versiones diferentes, cada cual más simple, y Aronofski se decantó por la última, titulada 8-bit Wrestler. Por otro lado, Robert Bowling, de Infinity Ward, asegura que desconocían la referencia a su obra maestra, hasta que un miembro de la compañía vio El Luchador en un pase previo. Les gusta mucho la escena, y considera que es «la mejor referencia a un videojuego que he visto jamás en una película». Bowling niega la acusación de que sea una maniobra de marketing que ellos hubieran orquestado, aunque afirma que deberían hacer camisetas de Call of Duty 4. Pues yo quiero una. Y Wrestle Jam, en la Virtual Console.