Los cierres de Tango, Arkane Austin, Alpha Dog y Roundhouse son el resultado de una «reducción de costes» por parte de Microsoft que aún no ha terminado, tal y como ha informado Jason Schreier a través de Bloomerg. «Esta semana, Xbox comenzó a ofrecer indemnizaciones productores, empleados de QA y otros miembros del personal de ZeniMax», explica Schreier. «Otras personas de la organización de Xbox han sido informadas de que se avecinan más recortes».
De hecho, el cierre de Tango Gameworks fue uno de los más inexplicables de esta semana. Tras el éxito a nivel de crítica y números de Hi-Fi Rush —alcanzaron 3 millones de jugadores y se llevaron varios premios al mejor audio, además de un BAFTA a la mejor animación del año pasado—, Schreier explica que el estudio ya estaba trabajando en una secuela. Matt Booty, jefe de Xbox Game Studios, ahora señala que «los estudios de la empresa se habían extendido demasiado, y los líderes de la división se habían sentido faltos de personal», así que la idea de su cierre era la de «liberar recursos» para destinarlos a otras divisiones dentro de la compañía.
Se entiende igual de poco que sus recientes declaraciones publicadas por The Verge, en las que les decía a sus empleados que necesitan «juegos más pequeños» que le den a Xbox «prestigio y premios». Hi-Fi Rush, decía, se llevó, entre otros cuantos galardones, un BAFTA y un premio al mejor audio tanto en The Game Awards como en los Game Developers Choice Awards, más que cualquier otro título publicado por la compañía durante 2023.
En cuanto a Arkane Austin, responsables de Redfall, Prey y el primer Dishonored (junto al equipo de Lyon), Booty ha reafirmado que su cierre, a pesar del fracaso comercial y de crítica, no estaba relacionado con los resultados de Redfall. Las fuentes de Bloomberg apuntan a que el estudio estaba tratando de «volver a sus raíces lanzando un nuevo juego de simulación inmersiva» al estilo Dishonored.
Tanto Arkane como Tango estaban buscando nuevo personal para trabajar en sus siguientes proyectos, algo que Booty y Jill Braff, directora de los estudios ZeniMax, han indicado como el factor principal de sus cierres. «Es difícil respaldar a nueve estudios en todo el mundo con un equipo central reducido y con un conjunto cada vez mayor de cosas por hacer», declaraba Braff, en relación con la idea de Bethesda y ZeniMax de centrarse en menos proyectos.
Aunque seguimos sin conocer el número de personas afectadas por los recientes cierres, sí sabemos que se sumarán a los 1.900 despidos que se realizaron a principios de este año en Microsoft entre las divisiones de ZeniMax, Xbox y Activision Blizzard, una cifra que supone el 8% de su masa laboral dedicado al sector. Según el propio Schreier, la comunicación de la compañía fue «tal desastre» que muchos de los empleados ni siquiera tenían claro si formarían parte de la oleada de despidos un día después de que la noticia se hiciera pública. El mail de Booty publicado esta semana por IGN confirmaba que «también se eliminará un pequeño número de funciones en determinados equipos corporativos y de publicación de Bethesda»; veremos si, en este caso, los trabajadores están al tanto de su situación.
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Todo mal, preocupante cuanto menos. No sé si podría equiparar a los comienzos del cine y las diferentes crisis que vivió este, pero desde luego es la primera vez que se hace tan partícipe al gran público de lo que pasa en el interior de una industria.
Me pregunto si siempre tuvieron esta intención o si ha sido con el paso del tiempo cuando se dieron cuenta de que no sabían/podían gestionar lo comprado o directamente que los resultados no eran los esperados.
Lo de Booty diciendo ayer que esperan tener más juegos pequeños que reciban premios directamente es de chalado y de no tener ni un poco de conexión con el sentir de la comunidad en estos momentos.
@airrel
Yo diría que es el no alcanzar expectativas. Pero es que Spencer ha quemado dinero como si no hubiera un mañana. A los 75mil kilos de ABK y Zenimax hay que añadir los mil kilos anuales que se dejaban por nutrir gamepass. A eso hay que añadir los desarrollos cada vez más largos y caros y las pobres ventas de hardware (si no venden consolas, no consiguen más suscripciones). Servicio estancado con el que se han jugado todo y gastos colosales teniendo como base un servicio que no parece fuese tan sostenible como se quería hacer creer. Sumar la dificultad de gestión de un conglomerado gigantesco tras las adquisiciones. Lo decía Layden hace un tiempo. El intríngulis es ma gestión posterior, no tanto la compra en sí.
Y a todo esto, campaña de marketing de Hellblade 2 inexistente.
Menudo puto desastre de gestión y de comunicación. Las declaraciones son hilarantes. Deberían de rodar unas cuantas cabezas.
Fuera todos y que vuelvan Peter Moore y J. Allard.
A mí lo que me sorprende, si es esto el cambio radical de estrategia y el freno de mano para lo que venían haciendo que todo parece indicar que lo es, es lo rápido que soltaron la toalla.
Que estaban quemando dinero era algo maso menos sabido pero queda la duda de qué expectativas tenían y en qué lugar pensaban estar ahora, porque la compra de ABK no lleva un año desde que se cerró…
No sé, salvo que seas un fanboy de la marca era obvio que el parque de consolas iba a seguir igual en posiciones. Quizá el stop en suscripciones es el dato mas fuerte pero tampoco es que se hayan venido a bajo sin frenos, mas bien están estancadas.
En definitiva, este era un escenario imaginable para muchos pero era esperable para 2027/2028 o por ahí ¿No?