ZeniMax añade nueva información a su demanda contra Oculus VR

ZeniMax ha añadido una queja revisada a la demanda que interpuso hacia Oculus VR en mayo de 2014 por supuesto robo de propiedad intelectual. En la nueva documentación, ZeniMax acusa directamente a John Carmack y a Brendan Iribe (CEO de Oculus VR) de robo y difusión de una historia falsa sobre los orígenes de su tecnología de realidad virtual. La nueva documentación que ZeniMax ha aportado se puede consultar a continuación: Según ZeniMax, Carmack «copió miles de documentos desde un ordenador de ZeniMax a un dispositivo de almacenamiento USB» en sus últimos días de trabajo en la compañía; su relación con ZeniMax se cortó a finales de 2013, cuando abandonó id Software, el estudio que fundó en 1991. Según la demanda, Carmack «nunca devolvió esos archivos o todas sus copias después de que su contrato con ZeniMax terminase». Además, dicen, estando ya fuera de la empresa «volvió a las instalaciones para coger una herramienta personalizada para desarrollar Tecnología de Realidad Virtual que pertenecía a ZeniMax y que es en sí misma parte de la tecnología de realidad virtual de ZeniMax». En 2014, Oculus respondió a las acusaciones explicando que «uno de los motivos principales para que John se fuera permanentemente de ZeniMax en agosto de 2013 fue que ZeniMax evitó que John trabajara en realidad virtual, y dejó de investigar en juegos de realidad virtual en toda la compañía». El supuesto hurto de material interno fue el motivo por el que se iniciaron las acciones legales; también son imprescindibles para Oculus, porque, según se explica en la nueva documentación, Palmer Luckey no solo no es el inventor de la realidad virtual actual sino que Brendan Iribe ha sido el encargado de dar forma a la imagen de Luckey como el genio que inventó la tecnología «en el garaje de sus padres». No es la primera vez que sugieren esto: ya en 2014 se dijo que la presencia mediática de Luckey y su figura de desarrollador visionario no se correspondían con la creación de la tecnología de realidad virtual de Oculus Rift, «que ha sido desarrollada por ZeniMax sin que Luckey esté involucrado», decían en la demanda. Esta vez van un poco más allá, y desarrollan la idea responsabilizando a Iribe de la creación de la imagen pública de Luckey, del que aseguran que no tenía los conocimientos necesarios para desarrollar la tecnología de Oculus Rift:

Oculus, por orden de Iribe, distribuyó en la prensa la historia falsa y fantasiosa de que Luckey fue el brillante inventor de la tecnología de VR y que había desarrollado esa tecnología en el garaje de sus padres. En realidad, esa historia es totalmente falsa: Luckey no tenía el entrenamiento, la experiencia, los recursos ni el conocimiento necesarios para crear una tecnología de realidad virtual comercialmente viable, sus habilidades como programador eran rudimentarias y dependía del código y los juegos de ZeniMax para enseñar al público el prototipo de Rift. Aun así, esta historia fraudulenta fue repetida con frecuencia en los medios como si fuera un hecho. Luckey se presentó ante los medios y el público más a menudo y falsamente como el desarrollador visionario de la tecnología de VR de Rift, que en realidad había sido desarrollada por ZeniMax sin ninguna contribución sustancial de Luckey.

Por último, ZeniMax acusa a Facebook de llevar a Oculus a infringir sus acuerdos, puesto que cuando la compañía de Mark Zuckerberg compró Oculus VR ya conocían la relación entre su adquisición y ZeniMax, y eran conscientes de las acciones legales que se habían interpuesto «para obtener compensación justa por el uso ilegal de propiedades intelectuales». Lo sabían por los medios y lo sabían por Palmer Luckey, que había entregado, según la demanda, una copia del NDA que Luckey había firmado con ZeniMax. «Oculus entregó a Facebook una copia del Acuerdo de Confidencialidad ejecutado por Luckey. El 21 de julio de 2014, con pleno conocimiento de las acusaciones de ZeniMax contra Oculus y Luckey, y con pleno conocimiento del Acuerdo de Confidencialidad ejecutado por Luckey, Facebook cerró su compra de Oculus, y se convirtió en la única propietaria de Oculus», explican. Aunque el NDA fue firmado por Luckey con individuo, ZeniMax asegura que por extensión su firma hace referencia a toda la empresa Oculus VR. Oculus VR responde Oculus VR ha respondido a las nuevas acusaciones de ZeniMax con un comunicado breve y que prefiere dejar para los tribunales lo de dar explicaciones. «Esta queja presentada por ZeniMax es unilateral y solo tiene en cuenta la interpretación de ZeniMax de la historia», dijo un representante de la compañía a GameInformer. «Seguimos creyendo que este caso no tiene futuro, y discutiremos todas las alegaciones de ZeniMax en los tribunales». No se distingue mucho de la respuesta pública que dieron en 2014, cuando aseguraron que «no hay una línea de código de ZeniMax o cualquiera de su tecnología en ningún producto Oculus» y que todo venía de un jaleo financieron: según dijeron, ZeniMax canceló la compatibilidad de Doom 3 BFG con su casco de realidad virtual «cuando Oculus se negó a aceptar la petición de ZeniMax para tener participaciones de capital indiluible en Oculus», y de ahí viene todo el jaleo. También animaban a la compañía propietaria de Bethesda a decir claramente qué era lo que había sido robado: «A pesar de que el código fuente completo del Oculus SDK está disponible online, ZeniMax nunca ha identificado ningún código o tecnología «robados»», decían.