El vídeo lleva toda la mañana circulando por la red y es el contenido más visitado en la mayoría de medios especializados que han decidido publicarlo. Geralt de Rivia entra en un burdel de The Witcher 3: Wild Hunt y, en mitad de la cinemática que se repite en todos (o en casi todos) los encuentros sexuales, el juego se rompe por varios sitios, las cabezas de los personajes empiezan a desprenderse, los ángulos de cámara de salen de su eje y Geralt y la prostituta en cuestión fusionan sus cuerpos en una indescriptible pesadilla que haría removerse en su asiento al mismísimo David Cronenberg. The Witcher 3 es un juego con una considerable cantidad de errores técnicos de bulto, pequeñas imprecisiones y fallos de cálculo que no empañan del todo la experiencia pero sí enturbian un poco la inmersión. Caballos traspasando vallas, zancadas extrañas y animaciones defectuosas, pero ningún glitch que hayamos visto es tan loco y extravagante como el de los burdeles, y tengo la sensación de que hay una razón para todo esto: quizá en CD Projekt pasaron un poco de puntillas por esta parte. Es un juego con aspiraciones de madurez, que habla de política y de las consecuencias de nuestros actos, y por eso el sexo tenía que aparecer, pero quizá más como una obligación, como un acto de coherencia al que sus desarrolladores se vieron forzados y a la que, imagino, no quisieron asomarse demasiado a menudo para pulir detalles. Me pongo en la piel de los diseñadores y tengo la impresión de que fabricar una escena sexual en un videojuego más o menos serio tiene que ser una auténtica tortura. Llegar a un equilibrio complicadísimo en el que el acto sexual no sea un chiste socarrón pero tampoco sea una cursilada hipersentimental, y procurar que no sea demasiado explícito pero que tampoco sea el fundido a negro después del beso que muestran las malas películas. Parece una tarea muy, muy difícil que probablemente incomoda a los desarrolladores tanto como a los jugadores. Aunque eso, decían en Wired esta misma semana, es lo normal. Desde hace décadas los videojuegos en su concepción más tradicional han sido extensiones de los actos lúdicos que llevábamos a cabo cuando éramos niños. Los soldaditos de plástico se han convertido en first person shooters, los Scalextric y los Hot Wheels han dado paso al arcade y la simulación de conducción y las historias improvisadas con héroes como He-Man o sociedades como Playmobil tienen ahora su reflejo en los juegos de aventuras y algunos RPG. Igual que con la simulación deportiva o profesional, los videojuegos hasta hace poco solo eran una forma de seguir haciendo lo que repetíamos una y otra vez de pequeños, aunque de una forma más sofisticada, compleja y contenida; jugar, en el sentido más amplio de la palabra. Pero hay un juego que no tiene cabida en este reboot oscuro de nuestra infancia: los primeros coqueteos con la seducción, el romance y el sexo también eran parte de aquellas sesiones en las que desnudábamos con curiosidad a Barbie o hacíamos que dos muñecos se besaran apasionadamente y se tumbaran juntos sin saber muy bien qué se hacía después. Jugábamos a papás y a mamás bajo la atenta vigilancia de nuestros padres, aterrados de que la cocinita o el bebé o el beso en la mejilla diesen paso a simulaciones mucho más problemáticas. Los videojuegos han ignorado sistemáticamente el sexo durante años, y ahora que algunos títulos deciden atajar este tabú se encuentran con un camino difícil, lleno de arenas movediza y socavones, donde nadie ha estado antes para señalizar con pautas y útiles clichés. Las escenas sexuales de videojuego tratan de limitarse a emular la forma en que el cine comercial retrata la cuestión, siempre con mucho cuidado de no herir sensibilidades, de frivolizar demasiado o de poner nerviosas a las asociaciones de calificación por edades. Hay un miedo abisal bajo cada plano de un culo, bajo cada gemido; y podría contar con los dedos de una mano los juegos en los que hay movimiento pélvico o vemos vello púbico o genitales. El sexo en los videojuegos es una caricatura de la caricatura que es el sexo en el cine. Lo saben quienes lo diseñan y lo sabemos quienes lo jugamos. Nina Freeman y Robert Yang se han especializado, cada uno por su cuenta, en hacer juegos donde el sexo tenga un papel importante. Son marcianadas indie sin ninguna repercusión comercial, con una vocación más ideológica que comercial o lúdica y con una limitación de medios y conocimientos técnicos evidente, pero están tratando de abrir una brecha interesante. En How Do You Do It? una niña juega con dos muñecos preguntándose cómo se hace el amor y somos nosotros quienes controlamos el «encaje» entre los dos cuerpos antes su mirada curiosa; es una perspectiva humorística que busca una especie de terapia de shock con respecto al jugador, mostrarle una experiencia tan rara, surrealista e incómoda que le haga enfrentarse al sexo digital con la misma dosis de humanidad y vulnerabilidad que en la vida real; un sexo más orgánico y sano, menos basado en las relaciones de poder o el elitismo estético y más en la exploración del cuerpo propio y ajeno. En Hurt Me Plenty, Robert Yang explora las facetas del sexo real que la industria audiovisual no se atreve a retratar o lo hace de manera incorrecta: una simulación sobre el sadomasoquismo, la relación entre dominantes y sumisos y la cultura del bondage. Yang admite que quizá el BDSM no sea una práctica habitual (la culpa es, en parte, por tratarse de un tabú que el cine, la televisión y los videojuego ignoran o juzgan), pero apunta también un hecho incontestable: los juegos que se atreven a abarcar el sexo siempre lo hacen con la mayor brevedad posible, como queriendo despejar el tema con rapidez. Un botón de «sexo», dos achuchones y el maldito fundido a negro. «¿Podemos, por favor, dejar de volvernos locos por 10 segundos de tetas azules en Mass Effect?», bromea Yang. «Un polvo rápido antes de ir a trabajar toma al menos cinco minutos, pero ningún juego mainstream tiene la valentía o la paciencia de dejarte flirtear, y mucho menos practicar sexo, con un personaje durante cinco minutos completos.» Lo que dice Robert no tiene tanta relación con la cantidad o el tiempo como con el asunto importante: tratar el sexo como en la vida real. Después de su angustioso encuentro sexual en el burdel de los glitches y las fusiones delirantes, Geralt sale del local con la cabeza todavía desprendida de su órbita y desciende las escaleras flotando en el aire, con los brazos extendidos como un modelado inerte en la pantalla de un diseñador. La experiencia que ha vivido allí dentro le acompañará, manifestada como una deformidad transitoria, hasta que otra de sus propias acciones le ayude a recuperar la normalidad, como quien ha tenido un encuentro sexual traumático y no se deshace del recuerdo hasta que lucha contra él. Sería un poco triste que esta interpretación gratuita y cogida por los pelos que yo hago del glitch fuese lo más cerca que han estado los videojuegos comerciales de tratar el sexo auténtico, ¿no?
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El vídeo es graciosísimo, joder. Justo ayer hice exactamente eso, con la misma elfa y todo, y por suerte (o por desgracia) salió todo bien. O casi: al salir del burdel se quedó Gerald en gallumbos un buen rato, hasta que reapareció de golpe la armadura.
Es verdad que hay un problema con la representación del sexo, pero me sorprende más (porque debería ser más frecuente, porque al hacerlo mal estás renunciando a más cosas) lo exageradamente cutres, fríos e ineficientes que son los besos en videojuegos. Sin salir de Witcher 3 y sin hacer spoilers, siguen siendo lo de esa imagen, dos muñecotes chocando sus putas caras.
Esa cabeza voladora saliendo de la entrepierna de Geralt. Es muy metáforico todo.
Muy interesante el artículo.
El tema sexo tanto en videojuegos como en películas daría para escribir tesis. En literatura, por ejemplo, lo veo mucho más avanzado. Supongo que será cuestión de antigüedad del medio. Y no me refiero a las novelas eróticas (de las buenas o de las malas, todos sabemos de qué hablo) sino al tratamiento del sexo en libros de otro género.
No todos son como la saga Canción de Fuego y Hielo, claro. Pero recientemente he leído una trilogía sobre el Imperio Romano en la que cuando había que hablar de sexo y escenificar un momento, se hacía, y se hacía muy bien. Con buen gusto, de forma explícita y sin herir a nadie. Mi pareja recientemente ha leído los dos primeros títulos de la trilogía The Century de Ken Follet y dice que también sale a menudo. Y no pasa nada.
En cambio las escenas de sexo en una película no erótica o en un juego, son incómodas para mucha gente, y no entiendo por qué. Es quizá porque leer un libro es un acto solitario, que nadie nos ve ni nadie sabe qué estamos leyendo (a caso que el título sea muy explícito si es una novela erótica o que vayamos por ahí con 50 sombras de Grey). En cambio una película, lo lógico es verla con alguien, en familia, en el cine, en pareja. Es más propenso a sentirse incómodo.
Pero el videojuego, en general, es una actividad también personal. Al menos en los juegos que requieren tratar sexo, que son juegos de historia y de un jugador. Por eso me resulta curioso que reciba el mismo trato que en el cine.
Pero tirando más de la reflexión y entrando en un terreno más filosófico, resulta muy gracioso que algo tan terrible y que debería ser mucho más tabú como la violencia, se trata de una forma muy explícita tanto en los juegos como en el cine. Vemos morir miles de personas al mes, sean actores o personajes virtuales. Y eso no nos incomoda. En cambio, intuir un seno o una escena de sexo… cuidadin.
No quiero entrar demasiado en ese terreno, y no seré yo quien diga que tanta violencia nos vuelve locos y demás, para nada. Pero resulta tan hipócrita y tan gracioso…
En fín, genial artículo Fran.
Choque de trenes. Yo aun no he visto una escena sexual en un videojuego que haya sido algo interesante de mirar. Como dice pep, dos cabeza intentando darse un beso que parecen dos trenes chocándose provocando un grave accidente.
Viendo ahora una imagen de «Heavy Rain» recuerdo que fue el primer videojuego donde se trataba como una conexión con la historia. El sexo en los videojuegos, como en todos los lados, es y será un tabú hasta que no aprendamos a verlo como lo que es: algo natural.
Yo recuerdo un juego de ps2 , no me preguntéis el nombre …. en que tomabas el rol de un avatar con el que tenias que trabajar en una tienda de moda. Pues bien al atender a las clientas podías «flirtear» con ellas. Lo bueno venia cuando te metías en el cambiador y podías intimar. Nota mental tengo que intentar acordarme porque leyendo mi comentario no me vais a entender. Eso sí recuerdo que era descojonante.
En todos los The Witcher hay escenas de sexo -y algunas muy bien resueltas-, así que no es algo que haya pillado de repente a los polacos como algo que había que meter por buscar un tono «maduro» en el juego.
Te voy pegar tal polvo que se te van a separar las texturas del cuerpo: Antigua frase de ligoteo élfica
@nekomajinz 7sins?
El texto es increíble, pero lo del vídeo directamente no tiene nombre. Queda todo tan cómico y bien hilado que cuesta creer que sea un error fruto del azar.
Yo creo que el problema de estas escenas son las animaciones, que se ven muy acartonadas. En la industria se ha optado por utilizar el Motion Capture para acelerar todo el proceso de desarrollo, pero precisamente esas escenas habría que trabajarlas a mano para dejarlas más pulidas y que pareciesen más creibles. Tampoco ayuda que los planos sean tan cercanos, donde se ven más claramente las aristas de los polígonos y las texturas borrosas.
La hipocresía que reina en la sociedad con respecto al sexo es alarmante. No se si son cuestiones culturales, religiosas o qué mierdas, pero que sea algo tan presente en la vida de TODOS y que aun así haya que ruborizarse o llevarse las manos a la cabeza cada vez que sale una escena sexual/erótica con pezones y mangos al aire, pa’ estudiarlo.
Si los maniquïes del Bershka practicaran sexo, sería muy parecido a esto: dos empellones bien dados y a recogerse del suelo como los crash dummies… 😀
Bravooo this!! Lo has clavado jajajaa
Esta pare era como que mierda de juego pero hay sexo jajajaj
Ni Shepards ni brujos ni asesinos de dragones. Yo me quedo con los polvos del capitán B.J. Blazkowicz en Wolfenstein New Order como el camino a seguir. Enserio, me parecen las escenas de sexo mejor encajadas dentro de un juego (curioso que además empiezan así por nomacs) y que hasta dan sentido al final del mismo.
Edit; y el cobra mission coño. Que se me ha olvidado.
Que guapo el video parece el eternal darkness
Más allá de que se trate peor o mejor, en la mayoría de juegos no aporta o aportaría nada, ni a nivel de historia ni mecánico. Yo sinceramente no lo hecho en falta y en la mayoría de peliculas tampoco.
Aún no he avanzado tanto en el juego como para saber que existe un burdel, pero sí lo suficiente para haber visto mujeres desnudas en tres ocasiones y haber tenido un encuentro de la tercera fase con una de ellas. Esto es un Witcher, al fin y al cabo, y por lo poco que llevo visto en mi zambullida reciente al universo, la cosa viene ya de antiguo.
Y en fin, no es que haya jugado muchos juegos con escenas eróticas (así que recuerde, las de Fable eran una tontería irrelevante, David Cage escribe ese tipo de momentos tan mal como cualquier otro, lo de Mass Effect no es más que fanservice chabacano y supongo que los Dead or Alive no cuentan), pero creo que Witcher da un paso en la buena dirección en este sentido. Como en cualquier otro sentido, por otro lado, porque el tercer juego está bien escrito de cojones.
El primer personaje con el que te puedes acostar es, como de costumbre y salvo que se me haya olvidado algo, una de esas hechiceras divinas de la muerte. Los polacos no han ocultado el carácter pin up de estas tías ni un ápice, pero es algo que viene ya justificado por la adaptación de las novelas y que además tratan de forma divertida (sin entrar en detalles, el foreplay-roleplay que te plantea la tía para entrar en calor ya la convierte en un personaje más interesante que cualquier extraterrestre cachonda de Bioware). La introducción de esa hechicera en concreto también deja perfectamente claro que es una fresca, y que seguramente no te va a costar demasiado meterte en sus faldas. Esto no es arbitrario ni gratuito, porque el rol de las hechiceras como maestras titiriteras de los reinos de Witcher es bien conocido. De hecho, a estas alturas, se plantea la duda de seguirle el juego aún sabiendo que liarte con ella te podría salir caro, y simplemente eso ya le da una dimensión adicional la subtrama erótica que la eleva por encima del softcore plano habitual. Y por supuesto, una vez consumado el tema, hay consecuencias.
Sin atreverme a decir aún cómo de bueno es este Witcher (es enorme, y dios sabe cuánto tiempo tendrá que pasar hasta que veamos las primeras impresiones de alguien que lo haya jugado como es debido), lo poco que llevo me ha volado la cabeza a base de bien, incluido el sexo. Bethesda y Bioware lo van a tener crudo para continuar sus franquicias después de esto, porque desde luego parece claro que juega en otra liga. Y al final, buena parte del motivo es el de siempre: ante todo, saber contar historias.
Los videojuegos han ignorado sistemáticamente el sexo durante años, y ahora que algunos títulos deciden atajar este tabú se encuentran con un camino difícil, lleno de arenas movediza y socavones, donde nadie ha estado antes para señalizar con pautas y útiles clichés.
Hombre, esto tiene sentido enfocándolo en un mercado masivo totalmente comercial, porque juegos que aborden o traten el sexo de una forma natural los ha habido y los habrá toda la vida.
@inepto
Ponme ejemplos, me interesa.
@pinjed para empezar que piensas del primer Larry? yo siempre lo he visto como un juego muy natural a lo que relaciones sexuales se refiere.
Dios santo, sé que hoy tendre pesadillas con este vídeo, a menos que encienda el PC , arranque el juego y me tire satisfactoriamente a la misma elfa.
Ya puestos, a las demás del burdel.
Un buen Beauclair blanco y un par de tiros de fisstech ayudarán.
@inepto
No sé si me estás vacilando o lo dices en serio.
Para mí, las escenas de sexo tienen más valor por su contenido emocional en la trama (Triss, Yen) que por el simple hecho de ver culos y tetas. Ir a un burdel en TW3 no aporta nada a la experiencia jugable ni narrativa. Un saludo.
Encima que os dan DLC’s pandilocos gratis…
@pinjed hombre mi intención no era vacilar a nadie, no me estoy refiriendo al Larry como un juego realista, cuando hablo de «un uso natural del sexo» hablo en el juego en sí mismo, de su picaresca, de su naturaleza sinvergüenza para hacer lo que sea por echar un polvo y un «aquí no pasa nada».
Pero nada, releído el texto lo había enfocado por otros derroteros, mea culpa por falta de comprensión lectora, mil disculpas.
Este mismo vídeo montado con los drones de Angelo Badalamenti, por favor.
@inepto
Nada, tranquilo, mi comentario era sincero: no sabía si estabas de broma o no.
Larry EVIDENTEMENTE no trata el sexo de una forma natural, y toda la mitología del ligón con sus estrategias para mojar a la desesperada es un concepto rancio y artificial si no eres Fernando Esteso. Otra cosa es que te parezca divertido o veas similitudes con la forma en que culturalmente se trata el sexo, pero la vida real y las relaciones sanas y normales no se parecen a eso, por suerte.
En los propios libros de la saga de Geralt de Rivia, el sexo es un tema recurrente, quizas exceptuando el ultimo libro cuando las cosas están mas tensas, pero creo que , brujerias a parte, se lleva de una manera muy fresca y natural, y hasta orgánica me atrevería a decir.
Genial el artículo, toca un tema que parece mentira que a estas alturas, donde sabemos de sobra que la edad media del jugador ya hace tiempo que pasó la mayoría de edad, sea un tema que está tan en bragas (errr… badum chas?)
Coincido en que en una peli, que normalmente consumes con mas gente, y no necesariamente tu pareja o tus colegas, te encuentres con escenas de sexo, puede resultar incómodo.
Hablo de lo que nuestra sociedad acepta como tal, no de nuestros casos personales, sí sé que estoy hablando de la misma sociedad que luego consume telebasura que básicamente es un «a ver quien se acuesta con quien».
Pero los juegos son algo que deberían estar más libres de esto, más cerca del ejemplo del libro, o quizás, por tomar un referente audiovisual, de la serie Juego de Tronos, donde me parece que el sexo se trata como algo más dentro del mundo que representa, donde es igualmente un premio, una concesión o una batalla, y ahí es donde debería enfocarse el objetivo a conseguir para los juegos, sexo que represente algo más que un triste fanservice.
Por desgracia, mientras sea más sencillo socialmente representar una decapitación que una mamada o un cunilingus, por poner un ejemplo, no se le va a prestar la misma atención.
Quiero pensar que podremos madurar en este campo también, igual que maduramos socialmente en terminos de igualdad (y ojo, que aún nos queda también mucho por recorrer aquí, pero es indudable que hemos evolucionado).
Eso os pasa por ser unas putas con Geralt, yo lo mantengo fiel a Yennefer, ni putas, ni magas, ni trios…
…soy un ser horrible D:
Joder, no sé qué es mejor: el artículo o el vídeo.
Por salirme de los juegos mencionados en el artículo y los comentarios, recientemente he jugado Catherine y me ha sorprendido que pese al tema que trata y la manera en que lo hace, pase tan de puntillas por el sexo y todo se limite a elipsis en el momento cumbre. Entiendo que el juego va sobre las consecuencias de nuestras decisiones, y eso es lo más importante, pero no habría pasado nada por ser un poco más explícitos en alguna escena.
Aunque, claro, son japoneses; seguro que lo habrían mostrado de pixelado y borroso. O con tentáculos.
El video es la bomba, parece un viral hecho a drede xDD Ese bug le pasa a Capcom y el Estado Islámico que son sus fans talibanes la lapidan en una plaza. xDD
Mis dieses para @pinjed por el texto. Por ejemplo unos empujones de más con el stick en Heavy Rain, mostrando algo más de chicha y ratillo de descanso por medio con típicas mini-conversaciones del momento para darle más naturalidad y algún pequeño chiste para acompañar durante el momento o al rato habría quedado mejor.
Con el sexo pasa en el juego como en el cine: está la doble moral de que no hay problemas con que el prota mate a mil tios incluso haciéndoles fatalities en plan gore total, pero eh, mostrar pelito o un polvo en condiciones es poco menos que delito.
Por un lado está la autocensura (que considero absurda), supongo que por miedo a clasificaciones por edad en algunos mercados, molestar a gente con temas de feministas y demás que ya montan pollos por otros motivos más sutiles, etc. Por otro está la imposición de determinada gente que decide lo que se pone en su tienda o plataforma.
Por el mismo motivo tampoco verás en un juego de alto calado comercial cosas como crítica sobre religiones concretas o el uso recreativo y explícito de drogas por parte de un prota. No ya por lo de arriba, sinó por miedo al rechazo que pueda generar en una parte importante de los jugadores.
A mucha gente le molaría hacerlo, pero muchas veces no se hace símplemente por falta de huevos, cosa que debería solventarse una vez varios AAA lo hagan sin llevarse unas buenas hostias por ello.
Los juegos están muy encasillados en los clichés, por un lado porque la gente (devs incluídos) suele comprar más de lo mismo y por otro porque los desarrolladores se ven «forzados» a ir a lo seguro para rentabilizar la gran inversión que ha supuesto el juego y poder así pagar las facturas. Por tanto, tanto el tema originalidad como el salirse de los clichés suele costar e ir poquito a poquito.
Alguien recuerda los frungimientos a modo de QTE del Fahrenheit? Era como una versión pr0n del juego aquel, Simon…muy interactivo todo. Esto debería verse mas en juegos digamo mas enfocados a in público adulto, es la realidad pura y dura, digo yo. Gran artículo señor Fran!
@pep_sanchez
@pinjed
¿Queréis morreos realistas en un jueguico,eh? Pues ahí van dos tazas: Smooth Operator 😈
El sexo real es torpe, húmedo y sórdido. Bajo los ideales que nos intenta vender la sociedad de consumo subyace un acto primario y violento, una pulsión enfermiza que nace de nuestros instintos más ancestrales y que, sin embargo, subyuga nuestro imaginario colectivo y, por ende, nuestra sociedad. Por eso me gusta la atroz propuesta de Beardo Games: destila una honestidad de la que carece el burdel interactivo de este The Glitch3r que, con tanto realismo como muestra en otros aspectos, sea incapaz de mostrar algo más prosaico y terrenal que una sonrojante (por su falta de arrestos) escena de softcore a la altura de un volleyball de Dead or Alive.
Mi recuerdo favorito de sexo en videojuegos tiene que ver con las famosas prostitutas ventrílocuas de GTA V, if you know what I mean.
otro AC y yo sin enterarme? oh wait
Es que ni sexo, ni besos, es más, a día de hoy sigo pensando que los personajes de los videojuegos ni se tocan, como si no tuvieran piel, como si sus extremidades siguieran siendo esos puntos estáticos sostenidos en el aire por el motion capture, y cada cogida de manos parece tener un milimétrico espacio, visible aún, entre polígono y polígono.
Vayamos mas lejos: no he visto amor real, de pasión o desenfreno, por personajes escritos para videojuegos, es que la verdad ese aspecto de la diversión humana esta super capado (nunca mejor dicho). O que modelen otras partes del cuerpo masculino o femenino que no sean los pechos o el trasero, imperfecciones, curvas, o como decirlo un poco de realidad. Seguimos creciendo.
Espectacular articulo, yo quiero mas.
Llevo una semana jugando al Witcher 3 y todavia no me he topado con ninguna puta callejera que me deje follarla o algun burdel de putas dispuestas a recibir mi lefa estéril. ¿Qué cojones pasa? Este juego es un puto Witcher. Debería haber PUTAS POR TODOS LADOS.
Y las veo por las ciudades, pero les hablo y no me sale el menú para pagarles para que se pongan a cuatro patas (como una perra)
lol