¡Hey! Si lees esto y no has jugado a GTA V, quizá te enteres de alguna cosa que no te habría gustado saber antes de tiempo. Hay algún spoiler menor de las primeras doce horas de partida, así que cuidado.
Llevo ya un buen puñado de horas con GTA V, y, aunque todavía estoy algo lejos de terminarlo, más de una vez se me ha pasado una idea por la cabeza: Michael, Franklin y Trevor, el trío protagonista, representan distintas fases de la historia de Grand Theft Auto, o al menos de sus entregas más significativas. Hablo de GTA: San Andreas, GTA IV y, siguiendo el hilo de lo que decían en Mondo Pixel PG, Red Dead Redemption, que allí consideran «parte de la saga» (y también «un juego muy superior»; sólo estoy de acuerdo con estas dos afirmaciones a medias). Para hablar de Franklin me voy a centrar en GTA IV, aunque quizá podríamos pensar también en Claude y Tommy Vercetti; cerremos el coto a la cuarta entrega, para ir un poco más al grano. Franklin es Niko Bellic: un don nadie que va escalando en el mundo del crimen aceptando encargos que a menudo ni siquiera él comprende del todo. Mientras que dentro de GTA IV Niko no parece aceptar sin demasiado problema la vida criminal en la que ha acabado envuelto, Franklin a menudo se cuestiona el sentido de sus encargos; no sabe por qué acepta remolcar coches, no sabe por qué acepta ayudar a un paparazzi a fotografiar famosos en momentos bajos. Se lo pregunta en alto, más de una vez: cómo he acabado metido en esto, grita desde el coche cuando persigue a Poppy Mitchell, una famosa que escapa de la policía colocada y conduciendo a toda velocidad. Franklin es un personaje clásico de GTA: el buscavidas que empieza desde abajo y consigue una casa mejor, tratos con gente más importante, golpes más jugosos y más arriesgados, superando en ambición a los que le rodean: Lamar podría ser su Roman, el compañero que se cree más de lo que realmente es. Michael podría ser un personaje como Niko en un contexto post-GTA: ya ha subido desde lo más bajo, viene de una vida de crimen, y ahora vive retirado en una mansión, intentando no pensar demasiado en los problemas del pasado. También es John Marston: el padre de familia que ha pasado por un montón de problemas (no sólo sus malas acciones, sino el simulacro de muerte, el cambio de identidad, diez años haciendo creer a todos que estaba bajo tierra) para adoptar un estilo de vida que acaba no siendo lo que parecía: su mujer le odia, sus hijos son un desastre, su vida está vacía. Michael es el GTA que quiere ser algo más que GTA, pero que acaba descubriendo que se siente más cómodo siendo él mismo; tanto como adoro Red Dead Redemption, decir que es un GTA con caballos no es disparar tan fuera de la diana, a pesar de ese tramo final que se intenta alejar de lo que uno espera de un mundo abierto de Rockstar tratando un tema como las relaciones familiares, y alejándonos de tiroteos y persecuciones para ponernos a cuidar una granja. Michael también es el que no tiene problemas en aceptar trabajillos de matón de alguien a quien acaba de conocer movido únicamente por la pura admiración, como ocurre en cierto punto del juego. Trevor es la vieja escuela. Es el jugador de GTA que no quiere crecer. Es el tipo de jugador al que Rockstar espantó con GTA IV, el que quiere masacres y dar saltos con un quad en el desierto. No me parece casual que el escenario en el que empezamos a jugar con Trevor y las opciones que desbloqueamos con él sean las que más invitan a jugar libremente, despreocupándonos de la historia principal: hay montículos y zonas abiertas y muchos vehículos que parecen estar gritándonos que nos dejemos de bobadas y nos pongamos a hacer el pandiloco con un cuadrunee. Trevor se mete en masacres que recuerdan a las pruebas de los antiguos GTA; Trevor puede recibir más tiros y evitar jugar de una forma relativamente calmada. Trevor, quizá más significativo, se burla de Michael por intentar ser el mentor de Franklin, con el que se identifica porque él también estuvo ahí, en lo más bajo, y no tiene un recuerdo especialmente bonito de ello. («Ve a la universidad», le recomienda Michael a Franklin en una de las primeras escenas del juego; deja de hacer el tonto, lleva una vida normal.) Ante la burla, Michael responde sarcásticamente a Trevor que va a enseñar a Franklin a negarse a crecer. Antes de ver esta escena (no he avanzado mucho más antes de escribir esto), ya había pensado varias veces en cómo parecía que Rockstar estaba haciendo confluir en GTA V esos tres tipos de juego, o esos tres tipos de jugador: el que no acaba de tomarse en serio o encontrar sentido al ir de A a B para hacer un trabajo para alguien al que acaba de conocer y que ni siquiera va a reportarle ningún beneficio apartente (el paparazzi representa muy bien este tipo de personaje); el que quiere libertad y hacer cosas extravagantes que no le van a llevar a ningún sitio, sólo por pura diversión y sin importarle mucho más que el puro juego; y el que quiere algo más, el que querría dejar de lado las pamplinas y el pasado y dedicarse a cosas más importantes, a temas menos banales, representados aquí por la familia de Michael, su crisis existencial, su imposibilidad para encontrar el lugar que le corresponde en el mundo. Esto, claro, es una lectura relativamente temprana y que no es siquiera tan sutil; no creo que el juego quiera ocultar sus autorreferencias demasiado. En el análisis de Destructoid ya se decía algo similar. Ojalá mis próximas (decenas de horas) den lugar a nuevas lecturas. Redactor
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Pues, sin ánimo de joder, veo una idea un poco simplona para dedicarle un texto. Más bien parece que responde a la necesidad de escribir sobre el juego antes de que se pase el arroz que un texto digno de anait. Y os llevo leyendo desde hace bastante.
@cheddarenelpelo
Iba a ponerlo en mi blog de usuario pero se me va por 500 palabras del límite. VENTAJAS DE SER STAFF.
@chiconuclear
Bueno, para no queda como un puto psicópata que entra a lo Trevor, diré que Franklin, a mi parecer, representa al jugador y a la escalada de poder que juego siempre ha sido. Franklin somos nosotros al mando, el espectador que empieza a jugar y cuya historia prácticamente es inexistente. Como comentas, él es el protagonista clásico, lo que esperamos en un GTA o en cualquier film de trapicheos, por lo que creo que más bien busca que nos identifiquemos con él. Franklin somos nosotros, entre Trevor y Michael.
Pero vaya, a mi parecer todo es más o menos evidente ¿no?
@cheddarenelpelo
Ya digo en el texto que es bastante obvio, pero me interesa saber qué opinan otros que vayan más avanzados en el juego; yo no voy muy avanzado pero creo notar que el juego va moviendo las cosas para modificar un poco esas imágenes.
Es cierto lo de Trevor, aunque tiene su entrada bastante turbulenta, después se enfría un poco, pero en mi opinión para bien, pues entre toda la locura y sátira al estilo de vida en
Los AngelesLos Santos, Trevor termina siendo de lo más normal, o eso me parece, de momento es el tipo con el que más empatia curiosamente tengo, por el contrario aunque Franklin tiene una entrada bastante buena y la de Michael me pareció inquietante, el ritmo de Trevor (y no sólo por la locura) me pareció de lo más coherente y necesario para lo que se busca retratar en Los Santos y esto no va de ser un pandiloco.Por último les comento que terminé haciendo con mis personajes una especie de estereotipo, el cual de cierta manera aborrezco, pues consiste en que todas las actividades más «cotidianas» se las dejo a Michael; montar bici, jugar tenis, hacer yoga, visitar al psiquiatra.
A Franklin le dejé el típico plan CJ y Vercetti, el asunto de administrar propiedades, competir en carreras, modificar coches, etc.
Trevor quedó como el renegado, ganandose la vida cazando prófugos, haciendo un par de masacres y sobre todo; cortando el paisaje de Los Santos con su camioneta, ropa sucia y particulares maneras, un curioso encuentro entre el cinisimo y la conciencia, por eso para mi Trevor esta quizá un paso por delante de Michael y Franklin, en este punto donde voy por la misión 38 así me parece.
Estoy muy de acuerdo con esto.
Sin duda Michael es mi personaje favorito pero los 3 se complementan estupendamente, siempre apetece alternar y el propio jugador se mete en el papel de cada personaje, al menos en mi caso. Y ese, quizás es el gran logro de Rockstar.
Con Trevor pego a gente por la calle, hago el pandiloco, mato a todo cristo y me siento cómodo porque sé que así es como actúa el personaje. De igual modo con Michael soy más comedido, disfruto de tareas más cotidianas. Y con Franklin me dedico a pasear a Chop yendo por el barrio en plan homie de la vida.
Representan a todos esos jugadores, como bien dice @chiconuclear, y en vez de dividirlos los une en un solo juego de manera magistral.
Yo creo que simplemente Rockstar se ha dado cuenta que la mayor parte de sus jugadores, redactores de la prensa de videojuegos incluidos, no ha exprimido sus anteriores juegos. E incluso no han jugado a algunos de sus mejores juegos.
Por tanto, hay zonas y features del juego que se perdían, como el disfrutar de las casas y actividades lujosas que alcanzabas al final de todos los GTA cuando ya habías escalado en los diferentes rangos del crimen a lo Scarface hasta lo mas alto, el conocer a ciertos personajes secundarios y su historia o el llegar a las zonas más alejadas que sólo se desbloquaban tras muchas horas de juego y donde se encontraban cierto tipo de vehículos.
Al meter los 3 protas desde las primeras horas y obligando en las misiones principales de las primeras 10 horas aprox a usar estas cosas, se aseguran que la gran mayoría de jugadores prueban y conocen todo.
Lo cual hace que algunos vean 3 variantes de GTA diferentes y novedosas, cuando realmente es lo mismo que han estado haciendo siempre, pero en otro orden. Ya que en cierta forma todos los personajes principales de los GTA han pasado por esos 3 estados (los inicios donde el prota no sabe donde se mete, hacer el cabra en zonas lejanas y el lujo de la cima tras escalar poco a poco, cada una con sus mierdas).
En cuanto a referencias, antes usaban pelis viejunas de gangsters y garrulos que pocos conocían. Ahora en el V usan más en cambio series más o menos actuales de TV que conoce mucha gente /Los Soprano, The Wire, Breaking Bad…). Lo cual otra vez hace pensar a algunos que es un gran avance y algo chulo, cuando en realidad están haciendo lo de siempre.
Me encanta cuando un juego además de ser tan cojonudamente cojonudo nos sirve para filosofar un poco.
GTAV es a GTA lo que SkywardSword debería haber sido a Zelda.
Sin duda, el mejor indie de esta generación. Lastima que vaya a pasar tan desapercibido.
Repetido.
A mí lo que más me llama la atención de este GTA es que a diferencia de cualquier otro GTA hasta la fecha (dejo a RDR fuera en este momento) los personajes reflejan y dan cuenta de lo que ocurre en el universo del juego y ofrecen opiniones y valoraciones al respecto.
En ningún GTA, ni si quiera en el IV, había visto mostrar a ningún personaje ningún tipo de consciencia de lo absurdo, gratuito, violento y brutal que es la rutina de juego. Siguiendo la línea crítica de la disonancia ludonarrativa que tan popular se ha vuelto últimamente, GTA era uno de los ejemplos más marcados de juego en el que había una desconexión muy clara entre la trama y su desarrollo y lo que ocurría realmente en el juego mientras lo jugábamos. Incluso en GTA IV, el más maduro y serio hasta la fecha, podías masacrar a 200 personas en pleno centro de la ciudad, estar a los cinco minutos jugando a los dardos con tu primo y encontrarte en los cinco siguientes escuchando a tu personaje quejarse amargamente por lo obligado y forzado que se siente a delinquir cuando lo que quiere es tener una vida normal.
En este GTA V, sin embargo, absolutamente todos los personajes, todo el tiempo hablan y opinan sobre lo que han hecho y todos manifiestan una actitud diferente al respecto. Todos, en mayor o menor medida, son conscientes de lo que están haciendo; Trevor reivindicándolo; Michael tratando de escapar de ello pero encontrándose una y otra vez tropezando con la misma piedra; Franklin cuestionándoselo desde la inconsciencia. Creo, sin embargo, que de los tres el que se lleva la palma en esto hasta el punto de constituir el rasgo más interesante de su personaje es Franklin: a diferencia de los otros dos, Franklin es verdaderamente buena gente, es leal, es honesto, es emprendedor y es generoso, hasta el punto de ayudar activamente a gente a hacer cosas que no le reportan ningún beneficio. Y sin embargo, nada de eso le impide meterse en un callejón a masacrar gente en plena calle y a plena luz del día porque su colega se la ha liado. Franklin es el único de los tres que acepta como su mejor amigo a alguien del que sabe positivamente y espera que lo único que le va a traer son problemas; Franklin es el único de los tres que ayuda desinteresadamente a otra gente y, sin embargo, putea salvajemente a otra sin reflejar la profunda incoherencia que existe entre una cosa y la otra. Es a él al único al que he escuchado decir «tío, soy un hipócrita» cuando decidí devolver su cartera a una pobre viejecita en lugar de quedármela.
Si me preguntais a mí, creo que los tres personajes protagonistas de GTA no están ahí solamente para reflejar las tres etapas de la saga, sino para algo mucho más gordo: para poner de relieve tres actitudes distintas de enfrentarnos si no a los videojuegos en general, sí por lo menos a un sector importante de ellos, digamos el videojuego AAA comercial.
Parece muy extraña esta vuelta a la inmadurez y la pandilocura de GTA después del camino andado por Rockstar durante toda esta generación y creo que en general está faltando suspicacia al respecto de preguntarse a qué se debe esto. Personalmente, en este hecho de estar frente al primer GTA autoconsciente de toda la historia veo la respuesta a la pregunta: GTA V quiere lanzarnos a la cara la actitud con la que abordamos esto de jugar; esto de querer narrativas profundas, y desarrolladas en juegos cuya dinámica tiene la complejidad de un juguete de parvulario; esto de querer y esperar que nos cuenten una historia que nos aporte algo cuando lo único que estamos dispuestos a hacer es pulsar RT, mover la retícula, pulsar RT, pulsar RT, disparar a la cabeza, disparar a la cabeza, matar, matar, matar.
Ups, de alguna manera esto se me ha tragado otro párrafo que había escrito:
Decía que cabe, eso sí, preguntarse hasta qué punto es de efectiva la crítica. Parece que por momentos la hipérbole se vuelve tan extrema que uno no tiene muy claro si realmente se está criticando o enardeciendo la mezquindad y la violencia. En cualquier caso y aunque por momentos no las tenga todas conmigo, en el hecho de que este sea con diferencia —al menos en lo que yo recuerdo de los otras entregas— el GTA más misógino, más virulento y más ponzoñoso, y en lo incómodo que me siento en muchas ocasiones con muchas de las cosas que aparecen en el juego prefiero ver ese matiz de intencionalidad que me hace decantarme por la primera opción en lugar de por la segunda.
@welks
Por eso me parece importante lo de Trevor. Es el personaje que más sirve de «regreso a la pandilocura», y es un demente que se niega a madurar y con una sociopatía evidentemente problemática. No sé hasta qué punto eso es Rockstar diciéndole algo al tipo de jugador que piensa que San Andreas es el mejor GTA «porque puedes hacer el cabra por el desierto».
El otro día leí en Reddit a un tío que decía que estaba jugando de una forma que no se esperaba, cogiendo taxis, conduciendo más o menos bien, evitando hacer salvajadas. Me gustó leer eso porque a mí me pasó más o menos lo mismo, y ya me había pasado en GTA IV, en la segunda o tercera partida; pero cuando llega Trevor la cosa cambia bastante, claro.