No sabría explicar por qué, pero estoy cerca del 100% en Yoshi’s New Island. Es un juego que no me gusta demasiado. «En sus peores momentos, la partida no aporta nada y a menudo es menos brillante que el material original», escribía hace algo menos de un año, aquí mismo. «Todo lo que en el de Super Nintendo sorprendía aquí aburre; todas las cartas que tenía para hacer que Yoshi’s Island fuera un Mario para la gente que estaba cansada de Mario antes de que esa tendencia existiera, incluso, aquí se pierden: los niveles únicos, la dificultad alta, las piruetas gráficas impresionantes». Sigo estando convencido de todo lo que dije. No es un juego memorable.
Y sin embargo aquí estoy, buscando monedas rojas e intentando llegar a la meta sin que mi bebé Mario sufra lo más mínimo. He dedicado los últimos días a ser un dinosaurio niñera para un bebé con una gorra gigante.
Me han llamado la atención varias cosas en este inesperado regreso al juego. La primera es la forma desesperada que tiene de hacerse difícil. Como en el original, el completismo tiene como recompensa unos cuantos niveles secretos a los que solo se accede cuando cumplimos todos los objetivos de un mundo (treinta estrellas, veinte monedas rojas y cinco flores por cada nivel) y cuando acumulamos treinta medallas doradas; si en la ruleta del final de cada nivel caemos en una casilla buena, conseguimos una medalla por cada flor que hayamos recopilado en él. Ya sabemos cómo son tantos plataformas de Nintendo: si puedes llegar, seguramente haya algo; por ejemplo, en Super Mario 3D World (o Captain Toad, más reciente) pocos rincones no esconden alguna moneda o algún detalle que lanza un guiño al jugador aventurero, al que se toma el tiempo de rebuscar.
Yoshi’s New Island, por su parte, es menos claro. Puestos a imitar, mantener la ligerísima distinción entre monedas normales y monedas rojas del Yoshi’s Island de Super Nintendo habría sido una buena idea; en lugar de eso, Arzest (el estudio encargado del juego; también metieron mano en alguna cosa de la Plaza Mii, curiosamente) opta por esconder monedas y flores en zonas más o menos inesperadas, o en tramos que no se pueden repetir, como durante las transformaciones de Yoshi. Resulta forzado y algo pesado; la imprecisión de los controles con el giroscopio suelen llevar a fallos que parecen menos cosa de uno mismo como culpa de una mecánica que no encaja bien en un juego como Yoshi’s New Island, que, y a esto quería llegar, bien jugado tiene más chicha de lo que parece en un principio.
En Kill Screen hablaban de «lección de paternidad» al reseñar Yoshi’s New Island, algo que en su momento no quise ver, ofuscado como estaba ante otra revisión más o menos fallida de uno de mis juegos favoritos, quizá el plataformas más interesante que produjo Nintendo en toda la década de los 901. Ya en ese se nota una aproximación diferente al género; sin tiempo, optando por una forma de control muy alejada de la del Mario adulto, más pesada, más imprecisa, más juguetona y con un diseño de niveles que apuesta por la sorpresa, por lo inesperado, como queriendo hablarnos de la menor movilidad y la necesidad de estar atentos ante los problemas y los imprevistos de cuidar de un hijo cuya existencia depende por completo de nosotros. Tienes un hijo y lo cuidas y le das todo, sacrificas tu vida para que salga adelante; cuando es mayor y fontanero (quizá la opción profesional tiene menos importancia), te usa un poco como quiere y no duda en darte la patada para llegar un poco más alto: te deja caer por un precipicio para salvarse él, y tú aceptas tu destino, imperturbable, pétreo. Reality hits you hard, bro.
Lo de mezclar a Yoshi con la paternidad tiene más sentido de lo que parece. Ciertas mecánicas del juego nos animan a pensar en ello; una que me ha llamado especialmente la atención en este estrambótico regreso completista es la de los huevos. Ya sabéis cómo va; podemos acumular una serie de huevos y utilizarlos como arma, para eliminar enemigos, romper obstáculos o activar mecanismos, entre otras cosas. Aunque los más habituales son los verdes, también hay huevos amarillos y rojos. (En contadas ocasiones hay de otros tipos, pero los normales, los que no dependen de niveles concretos, son esos tres.) No son demasiado explícitos al respecto, pero no es difícil darse cuenta de que cada huevo tiene un resultado distinto cuando estalla en la cocorota de un pobre Shy Guy; los verdes no hacen nada, los amarillos dejan caer un par de monedas y los rojos generan dos estrellas, la unidad en la que se mide el tiempo de vida del bebé Mario que llevamos en el lomo. Cuando nuestro contador de estrellas llega a cero (empezamos con diez y podemos llegar hasta un máximo de treinta; cuando tenemos menos de diez, en unos segundos el marcador se vuelve a estabilizar en las diez iniciales), a bebé Mario se lo llevan los esbirros de Kamek, robando al niño como los Kappa del folclor japonés o la Llorona hispanoamericana.
Evitar que a nuestro hijo se lo lleven los demonios mientras avanzamos por el mapa (un viaje en el tiempo, más que en el espacio: pensemos en el desarrollo de la aventura como las primeras etapas del desarrollo de un bebé), pues, es el objetivo principal de Yoshi’s New Island, y la forma en que podemos gestionar nuestro equipo (esto es: los huevos que llevamos con nosotros) es una herramienta esencial para el buen padre dinosaurio multicolor. Al contrario que la errática y a menudo no demasiado inspirada disposición de los coleccionables, Yoshi’s New Island nos permite gestionar los huevos para ahorrar los rojos, en caso de que más adelante los necesitemos; es un trámite menos directo y sencillo que el salto o la carrera de un Super Mario normal, pero encaja a la perfección con la ausencia de temporizador y la filosofía más calmada (más de despacito y buena letra, más de lo importante no es llegar antes, es llegar) de New Island.
Es un juego de gestión de riesgo interesante y mucho más orgánico y bonito que la tarea (el trabajo, la obligación) de recoger monedas escondidas y lidiar con puntos muertos que matan la progresión, que nos obligan a repetir nivel y volver a intentarlo a pesar de que, por temática y por ritmo, encaja mucho mejor poder dedicarle todo el tiempo necesario a cada pantalla para no volver jamás a ella, si es que así lo consideramos necesario. Los huevos verdes se convierten en amarillos cuando rebotan una vez, en rojos con el segundo choque y se rompen con el tercero; los amarillos se rompen al segundo choque, y los rojos no nos permiten fallo antes de hacerse polvo. El preciado huevo rojo, el menos habitual, nos ayuda a avanzar en los niveles y a mantener a los villanos alejados de bebé Mario; es un bien frágil y que tenemos que saber usar bien (lanzarlo en los momentos oportunos; reservarlo para cuando lo necesitemos; estar atentos para cogerlos cuando aparecen) para llevar a buen puerto la infancia de bebé Mario, amenazada constantemente por los peligros de un mundo cuya escala todavía es abrumadora para él.
«Como simulador de padre sobreprotector», leemos en Kill Screen, «New Island te pide que mantengas el peligro lejos, y te recompensa por ello. En los juegos de Mario, básicamente puedes avanzar con impunidad. En el peor de los casos, te suicidas; en el mejor, estableces un nuevo récord. New Island espera que te aproximes de forma muy diferente, porque no solo eres responsable de ti mismo». Esta nueva lectura a la que por fin he llegado, no sin ayuda de terceros, me ha hecho reconciliarme con un juego aun así un poco torpe: a pesar de que he pensado en esto ahora, los mismos méritos se le pueden otorgar al Yoshi’s Island original, del que New Island sigue siendo, aunque me esté dando otro puñado de horas de pasatiempo feliz ahora, un descendiente algo bobo, menos brillante, menos original, menos despierto. Riesgos de la endogamia.
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Esto es como el Time Extend de EDGE. 🙂
Yo me estoy pasando ahora el Yoshi’s Island original de Súper Nintendo y pasárselo al 100% es desafiante desde las primeras pantallas.
Si el Yoshi’s New Island es la mitad de bueno que el original, le daré una oportunidad. Yoshi’s Island es el plataformas más completo que existe, sobre todo si te lo quieres pasar al 100% creo que sólo le supera el Goldeneye, que si te lo quieres pasar al 100% con el modo de invisibilidad e invencibilidad es el juego más desafiante y que más piques proboca entre hermanos de los que existen actualmente.
Me encantan este tipo de lecturas. También la nota sobre esos genios desconocidos de nintendo. Creo que hay juegos que necesitan más de una lectura, una visita calmada para acabar creando artículos tan interesantes como estos.
P.D: Solo comento para ver mi nuevo y flamante logro, a quien quiero engañar?
¡Por dios @chiconuclear! ¡Eres más grande que la puta vida solo por haber puesto el gag de Animation Domination! Por lo demás, el Yoshi’s Island y el new me parecen buenos juegos desde el momento en que son bellos y complicados.
Mis más sinceras felicitaciones por un nuevamente acertado análisis (de ideas). Entre este y el de Majora’s Mask Tingler versión (pese a que me doliera oírte decir «le pongo un 10 como le podría haber puesto un 6» ) estás on fire creativamente hablando.
Muy interesante, señor @chiconuclear . A mi es algo que me ocurre bastante, y me refiero en líneas generales: Cuanto más consumes dentro de este mundo, más cosas pasas por alto, y creo que es lógico.
Pudiste dar con algo rematadamente bueno antes de Yoshi, o esperar algo concreto que no apareció…son muchos los factores posibles y comprensibles. En mi caso, cuando me re-encuentro con algo que no supe, o no pude, ver de primeras, suele ser porque todo lo que hay alrededor suyo, en ese mismo instante, es inferior.
Es decir, puede suceder que algo que no convence en determinado momento (por culpa de cosas mejores) sea perceptiblemente mejor en otro tiempo sin competencias tan férreas de por medio.
También pueden ser otros motivos, ojo, pero insisto en que en mi caso suele ser siempre eso: en tiempos muy malos algo común puede parecer sobresaliente (Y no he jugado a este título, es una forma de hablar).
Muy buena entrada! Saludos!!
@makanudoo
Era una forma de hablar, obviamente; Majora’s Mask es un 10 aquí y en la China popular.
Muy buen texto Víctor.
La verdad, ahora que tengo 3DS, había considerado Yoshi’s New Island en mi lista de futuribles, pero bastante abajo, puesto que aún tenía recientes tus palabras sobre él.
Ahora subirá unos cuantos puestos.
PD: como dice un compañero, creativamente estás on fire últimamente. Sigue así.
PD2: pero coger ya de una vez la dinámica semanal del Podcast, ¡por el amor de dios! Que esto es un sinvivir.
Nota mental: alternar bayonetta con yoshi’s island original
Todos caemos en el vicio de las quest secundarias si nos las ponen a huevo, aunque el producto sea mediocre, no pienses tanto y entrégate al completismo antes de olvidarte para siempre de este «New Island».
Pregunta relacionada: ¿Yoshis Island corre bien en emuladores? Imagino que en super-ever-drive la rom no tirará por la carencia de chip FX2 en el hard original, ¿pero en Pc?
Yo le estoy dando largas porque soy demasiado fan de Yoshi island a un nivel sentimental bastante duro, he crecido con el juego de SNES bajo el brazo y a día de hoy, sigue en mi cuarto junto a otros grandes de la época, pero nunca superiores a este, es mi juego favorito.
Lo terminaré jugando, eso sin duda, pero voy a esperar al momento que más ganas me entre de pillarlo y vaciarlo a gusto.
@chiconuclear hablar del Yoshi island de 3DS sin mencionar que justamente su predecesora, DS, tiene uno de los más puto-mejores plataformas hechos, Yoshi island DS, es delito!
Sin duda este juego no ha tenido todo el reconocimiento que se merece, es muy raro ver como los otros made in Nintendo de DS siempre han estado en primer plano de todo, en las tiendas, revistas, anuncios… y más duro aun cuando te das cuenta de su ausencia en las mayorias de colecciones de los niños de a pie que veas por las calles, conocidos o familia.
Yoshi island DS es un juego 10/10 para mi, que no le he encontrado ni un fallo, trabajo fino fino.
A ver si alguien me resuelve esta duda, compre justo ayer de segunda mano el juego y borre la unica partida del anterior propietario, pero sin embargo al empezar el primer mundo ya me aparecen 10 estrellas de 30 aunque 0 monedas rojas y 0 margaritas ….¿es acaso este juego como el infame r.e. mercenaries en ese aspecto? si fuera asi prefiero devolverlo antes de comenzarlo.
@mominito
Tampoco me gusta demasiado, comparte con New Island algunas decisiones de diseño que no me gustan. No me molestan muchísimo, pero el de SNES lo hace todo demasiado bien, y a ese llevo jugando varias veces por año desde hace mucho tiempo sin que note que se agota. Aunque sí es cierto que Yoshi’s Island DS no hizo demasiado ruido.
@srd
Todas las pantallas las empiezas con 10 estrellas, es el contador de «vida», digamos.
Yoshi sacrifica los huevos de su especie para salvar un bebé humano. Pensad en eso.
Espero que no estuviesen fecundados…
No he jugado a éste, aunque el de SNES me encanta, pero me ha gustado mucho el artículo de todas formas. Muy bien que haya tanto contenido de opinión junto a las noticias y tal.
@chiconuclear, ¿qué opinamos de Yoshis Story para Nintendo 64?
@chiconuclear uff, menos mal ya me habia asustado, gracias
@toddy Tengo que jugarlo de nuevo, hace demasiado tiempo que no lo toco. Tengo un recuerdo bonito aunque creo que no son demasiado comparables.
@toddy
Siempre puedes tirar de Super Mario Advance 3.
Pues curioso que lo nombréis, porque me ha pasado con el Majora’s lo mismo que a ti con este Yoshi. He de decir que aunque lo había jugado ya dos veces, hace la pera de años y mi recuerdo era terrible. Ahora mismo me está chiflando, que genialidad de juego. Eso sí, no es fácil hacerse a él, eso hay que reconocerlo. Pero cuando le pillas el gusto…
Pues fíjate que no me había llamado nada la atención y lo dejé pasar sin importarme lo mas mínimo.
Con esto que cuentas y con la amorosa y mullida pinta que tiene el próximo de wii u, iré pensando en agenciármelo, pero nunca antes de pasarme el de DS, que me lo han recomendado muchas veces ya.
@srvallejo dijo:
idem jejejeje.
No en serio,para mi esto también demuestra lo poco que importan las notas ahora que se ha puesto de moda el tema,cuando vuelves a jugar despues de un tiempo ves cosas que en una primera partida no te fijaste o interpretaste.
Qué va. En dos palabras: Super Metroid.
@cybercalamar
Metroid no es un plataformas, aunque tenga plataformeo. Vamos, no voy a discutir porque Super Metroid es lo más, pero no es un plataformas.
El análisis y la reacción de muchos me supuso una decepción al principio. Pero aún así me pillé el juego, y la verdad es que está bien, es entretenido y es muy bonito. Está a años luz del de Super Nintendo (de los mejores plataformas que haya habido nunca), pero aún así creo que merece la pena para al que le guste el género.
@toddy Para mí el Yoshi’s Story está bien, le pasa un poco como al Yoshi’s New Island, podría ser mejor (tiene cosas que mejorar), pero merece la pena. Eso sí, es bastante corto. Lo tengo descargado para la Wii, y para echar unas partidillas de vez en cuando merece la pena.
@epetekaun, el caso es que tengo una rom U.S.A en el everdrive 64, y al ver el análisis me han dado ganas de visitar la isla de Yoshi, aunque claro; prefiero «perder» mi tiempo con la entrega de SNES, por eso he preguntado si las emulaciones tiran bien.
El caso es que Yoshis Story lo tengo más a huevo.
@chiconuclear
Venga hombre, Super Metroid es un plataformas y de los (muy) buenos. Que no tenga separación por niveles ni monedas ni abismos lo señala como perteneciente a un subgénero dentro de los plataformas (¿o quizá el subgénero es el otro?), pero sigue siendo plataformas al fin y al cabo. Si estuviésemos hablando del Symphony of the Night (por ejemplo) igual te daría la razón, pero en Super Metroid el plataformeo tiene mucha presencia.
@cybercalamar
Voy a aceptar lo que dices porque tiene sentido, y porque aun así Yoshi’s Island me parece más inteligente como juego de plataformas. Y eso que Super Metroid es inteligentísimo.
@cybercalamar
@chiconuclear
Super Metroid es una puta obra maestra. Ya sea un plataformas, acción-aventura o un plato de macarrones.
Por artículos como este entro cada día a Anaitgames, gracias @chiconuclear.