Hard times
New Super Luigi U es difícil, pero también tímido
Podría ser el Dark Souls de los plataformas, pero Luigi es, a veces, un poco más inseguro de la cuenta.
Podría ser el Dark Souls de los plataformas, pero Luigi es, a veces, un poco más inseguro de la cuenta.
Poner palos en las ruedas de los pequeños estudios, ir con ellos tan descaradamente a contracorriente, es desde ayer por la noche el principal problema de Xbox One.
Las third parties ya tienen en el horno más de un proyecto que puede dejarnos con los ojos como platos a poco que nos descuidemos. No es difícil tener fe en el futuro.
Un repaso a las conferencias de Microsoft y Sony. O, tal vez, un repaso a Xbox One y PS4.
Enfrentamos a chiconuclear y pinjed en otra pelea de gallos dialéctica a raíz de las declaraciones de David Cage sobre los videojuegos como producto (o como otra cosa).
Enfrentamos a chiconuclear y pinjed en una pelea de gallos dialéctica a raíz del polémico vídeo de Anita Sarkeesian sobre el papel de la mujer en los videojuegos.
Aviso: En este texto se detallan algunas decisiones y consecuencias que aparecen en los cinco episodios de The Walking Dead.
Ver la intro de StarCraft 2: Heart of the Swarm me ha despertado bastante nostalgia, ¡qué le vamos a hacer! No soy de piedra. Los vídeos de introducción y entreactos de los juegos de Blizzard me traen a la memoria el primer Diablo, la época en la que el CD llegó fuerte a las consolas gracias a Sony, mediados de los 90; en esa época yo no tenía una PlayStation, pero sí conseguí mi primer PC con aceleradora gráfica.
Mirad vuestra Wii U: ahí está, en el salón o en vuestro cuarto, y esté echando humo del uso o fría por llevar un tiempo reposando (depende de cuánto hayáis aprovechado el catálogo de lanzamiento: no será por juegos, porque unos cuantos hay, desde luego) seguro que os estáis preguntando cuál será su futuro.
Llevo un tiempo dándole vueltas al tema, y por eso me resultó muy agradable ver que Randy Smith había llevado el núcleo de mi reflexión a su columna en la Edge del mes pasado, al número 248. Ningún momento mejor que este para, aprovechando su rebufo y las circunstancias, intentar poner sobre el papel lo que pienso sobre el tema.