La etapa de Hawkeye dibujada por David Aja es una de esas que siempre me recomendaron los más entendidos en cómics de superhéroes cuando quise recuperar la afición por los tebeos —Mi vida como un arma es un buen punto de partida—. Fue una opción idónea después de reengancharme a Spider-Man con cierta etapa Superior y deleitarme con las dos líneas paralelas tras el cisma mutante, con ese Cíclope mesiánico y Logan como director de instituto. Ojo de Halcón no era ni mucho menos mi superhéroe favorito, menos aún tras su versión cinematográfica, pero cómo no querer a Clint Barton tras profundizar en su lado humano a través de un mundo bañado en púrpura. Es lo bueno de los superhéroes, siempre pueden tener una etapa que por guion o dibujo sí logre resonar contigo.
Con los videojuegos ocurre lo mismo, por mucha disonancia y apatía que me generaran ciertas propuestas recientes con agrupaciones de personajes de cómic, Marvel Rivals ha logrado cautivarme. No ha sido porque atesore centenares de horas en Overwatch, de hecho es el caso completamente contrario. Tampoco porque tenga predilección por los multijugadores online, ya que más allá de excepciones como Apex Legends es un territorio que prefiero evitar. El juego de NetEase ha logrado convencerme tras los primeros compases porque incluso alguien poco hábil en este género puede disfrutar durante horas.
Mis primeras partidas fueron precisamente con Hawkeye, sin saber aún que era uno de los personajes que la recién nacida comunidad de Marvel Rivals ya lo había situado como uno de los héroes más útiles del juego. Pensé que disparar flechas era una forma sencilla de probar el juego sin pasar por el campo de entrenamiento. Esta impaciencia no tiene que ser compartida, en cualquier momento todo el mundo puede experimentar con todos los personajes en esta zona de prácticas para entender bien cómo funcionan todas las habilidades. De hecho es recomendable para saber jugar mejor, además de comprender bien qué tipo de amenazas tendrá el equipo enemigo.
Con conocimiento o no, una vez le demos a buscar partida —un proceso rapidísimo en la región europea, juguemos sólo con consolas o con los hábiles compañeros de PC— podremos jugar una serie de modos bastante fáciles de comprender, incluso para alguien tan poco ducho en esta materia como yo. El más sencillo quizá sea la disputa de una zona concreta del mapa para mantenerlo bajo nuestro dominio durante un tiempo determinado, un modo idóneo para conocer los mapas ya que cada localización ofrece tres escenarios diferentes por los que pasar hasta que uno de los equipos gane dos veces. El que enfrenta a un equipo que debe escoltar a un objetivo móvil frente a otro grupo de seis que debe impedir su progreso no es difícil de entender, pero es más habitual que las partidas terminen por desequilibrarse y se evidencie si un equipo es superior a otro, más por habilidad que por composición.
El asunto del balance dentro del equipo se ha comentado mucho durante esta primera semana de juego. Parece que los veteranos de Overwatch no se han sorprendido tanto por la baja tendencia de la gente en lo que respecta a elegir healers, pero quién va a culpar a quienes optan por un rol de apoyo cuando en el equipo rival hay auténticos terroristas como los que eligen a Iron Fist y se dedican a sembrar el caos en la retaguardia de la formación. Si jugáis a Marvel Rivals puede que no os pase el primer día, pero tarde o temprano sufriréis en varias partidas el horror que supone intentar jugar mientras una lluvia de puñetazos te persigue allá donde vayas. Mucho peor que el adorable Jeff, cuya habilidad definitiva ha protagonizado tantos clips como los portales de Doctor Strange, pero que requiere de algún abismo por el que lanzar a los rivales que haya logrado tragarse.
Si por lo que sea pese a haber visto todas las entregas del Marvel Cinematic Universe, series incluidas, no os suena una parte importante del elenco de Marvel Rivals, ¡no temáis! Es un aliciente aún mayor para descubrir personajes —e historias: no me parece descabellado después de una buena enganchada a este juego planear un par de visitas a una tienda de cómics para profundizar en las aventuras de tu main—, todos ellos relacionados entre sí con determinadas sinergias, con información básica accesible en el juego y, por supuesto, con muchos cosméticos —trajes alternativos, pantallas de MVP o iconos— preciosos bajo pago.
Tras las primeras horas de vuelo resulta sencillo entender qué demonios está pasando, pese que el primer contacto puede ser caótico. Al final son partidas rápidas —tanto de duración como por el escaso tiempo entre ellas, un acierto unido a la falta de problemas de sus servidores pese a la afluencia de jugadores— en las que dos grupos de seis personajes no dejan de dispararse y lanzar multitud de habilidades coloridas que convierten la pantalla en una mezcla muy difícil de leer. Un peaje que pronto olvidamos, ya que ya sea por probarlos o por compartir equipo con ellos acabaremos conociendo las habilidades de todos los personajes y reconociendo tanto lo que vemos en pantalla como los ruidos que informan de qué habilidad va a acabar con nosotros segundos después.
Si algo he aprendido en esta primera semana es que conviene probar sin miedo en busca de aquel estilo que más se adecúe a nuestras necesidades, pero también observar la composición de nuestro equipo por si uno de nuestros personajes favoritos encaja mejor con lo que quieren jugar nuestros compañeros. Los personajes de apoyo bien utilizados suelen garantizar el éxito, los tanques pueden ser diferenciales, pero reconozco que en mi caso las mejores partidas —aquellas que terminan con muchos pulgares arriba— han sido con duelistas como Hawkeye o Chica Ardilla, capaces de enganchar rachas de bajas con facilidad y dañar al equipo rival casi sin pestañear. Personajes que disparen cosas, vaya, tan sencillo como eso; ya habrá tiempo para aprender a dominar otros estilos que, en las manos adecuadas, resultan decisivos.
Seguiré jugando a Marvel Rivals porque es realmente entretenido, incluso para un neófito en el género como yo. Pero también porque como aficionado a los personajes de Marvel estoy salivando ante la posibilidad de tener en el futuro a personajes como Kate Bishop —la mejor versión de Hawkeye, si me preguntan, Puntos de anclaje fue el primer recopilatorio suyo que leí y seguir las peripecias de una heroína detectivesca tan entusiasta engancha—, Miles Morales —bastante más popular gracias a las películas de Sony— o Moongirl y su Dinosaurio Diabólico —si antes hablábamos de David Aja, conviene mencionar a la artista española Natacha Bustos al citar a Lunella Lafayette— en pantalla. Ojalá siga creciendo el plantel con la misma solidez que Marvel Rivals ha demostrado en su primera semana en las calles. Por el momento sabemos que están en camino trajes del MCU y nuevos personajes como Doctor Muerte o los 4 Fantásticos… ¡seguiremos informando!
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