Starfield, Hellblade II o Forza se quedan fuera de Game Pass Standard, el nuevo tier de la suscripción de Xbox

Hace no tanto no sabíamos que nos iban a quitar el sueño ni los modelos Pro de las consolas, otrora inalterables (con asteriscos: ¿os acordáis del Expansion Pak?), ni los tejemanejes de las suscripciones tipo Netflix, que se están terminando de definir y asentar delante de nuestras narices. Pero aquí estamos: tanto han crecido las complejidades del mundo del videojuego que cada paso en una dirección genera tres problemas distintos y nuevos, y la cosa no parece que vaya a cambiar en el futuro cercano.

Mientras presenciamos la historia ocurrir delante de nuestros ojos, estas son las noticias destacadas del miércoles 11 de septiembre de 2024:

• PlayStation 5 Pro es oficial: sale en noviembre y cuesta 799 euros. A nivel técnico, el objetivo de este nuevo modelo es difuminar las diferencias entre los ya habituales modos gráficos Calidad y Rendimiento, paradójicamente popularizados por las consolas Pro de la anterior generación, y alcanzar un nivel de fidelidad alto con los deseados 60 frames por segundo. Para ello, se proponen mejoras en la GPU que se traducen en hasta un 45% más de rendimiento en el renderizado, un «ray tracing avanzado» que trabaja al «doble o el triple» de lo que lo hace en la actual PS5 y el rumoreado PlayStation Spectral Super Resolution, un sistema de escalado con tecnología «basada en machine learning». Entre pitos y flautas, la idea es que estas mejoras se apliquen no solo a los juegos que tengan su versión Pro (de los que ya conocemos unos cuantos, desde Alan Wake 2 o Gran Turismo 7 hasta Final Fantasy VII Rebirth, Dragon’s Dogma o The Last of Us Parte II Remasterizado).
  • El elefante en la habitación es el precio, por supuesto: 799 euros sin lector de discos, que se vende por separado, aunque sí 2 TB de disco duro. El soporte para poner la máquina en vertical también hay que comprarlo aparte. Yikes.
• Game Pass Standard se estrena con ausencia sonadas. Sabíamos, ya desde que se anunció, que la versión Standard de Game Pass (la que viene a sustituir al Game Pass para Consolas como tramo intermedio entre Core y Ultimate) dejaría de ofrecer los juegos day one como parte de la suscripción; sin embargo, ahora que se ha estrenado este nuevo tramo nos enteramos de que tampoco están incluidos otros juegos, varias decenas, que hasta ahora dábamos por hecho que iban a estar ahí. Comprobando el listado de juegos de Game Pass, como han hecho en Kotaku, vemos que algunos títulos que ya llevan un tiempo disponibles no están incluidos en Standard: es el caso de Starfield y Forza Motorsport, ambos de 2023. Tampoco están Hellblade II, Diablo IV o Modern Warfare 3, pero la cosa no se limita a los first party: juegos como Eiyuden Chronicle, Tchia, Botany Manor, Hauntii, Humanity o Kunitsu-Gami tampoco aparecen en la lista de juegos incluidos en Game Pass Standard.
  • El caso de Age of Mythology: Retold, que tampoco se incluye en Game Pass Standard, nos puede servir para ejemplificar la nueva situación. Salió el 4 de septiembre, por lo que a priori (aun siendo anterior a la nueva división de tiers) no entra en este tramo; por ahora tampoco sabemos cuándo entrará, porque no hay una norma rígida para marcar los tiempos en esto de saltar de Ultimate a Standard: pueden tardar hasta un año, según la propia Microsoft. Podría pensarse que esto significa que se está aplicando esta norma de manera retroactiva, pero el caso Starfield complica los cálculos: salió el 6 de septiembre de 2023, por lo que siguiendo la regla de los doce meses sí debería estar incluido en Standard.
• Ubisoft añadirá opciones offline a The Crew 2 y The Crew Motorfest. En respuesta a la iniciativa Stop Killing Games, surgida a raíz del cierre del primer The Crew y que busca recoger firmas para presentar una queja formal ante la Unión Europea, Ubisoft ha anunciado que añadirá «modos offline» a The Crew 2 y el más reciente The Crew Motorfest, para asegurar «el acceso a largo plazo a ambos títulos».
  • The Crew, el original, sigue estando fuera de juego, eso sí: cerró servidores el 31 de marzo de 2024, volviéndolo inutilizable. Fue un caso muy sonado no tanto por el cierre de servidores, algo a lo que ya estamos trágicamente acostumbrados, sino por otros movimientos, como la eliminación del juego de las bibliotecas de Ubisoft Connect, que dejaron claro que el control que tenemos sobre las cosas que compramos es limitado en el mejor de los casos; de ahí que surgiera una iniciativa como Stop Killing Games, que pretende que se establezca una regulación para evitar que puedan darse casos como ese.