Llevábamos ya algún tiempo sin ver nada del mayor genio de YouTube, Freddie Wong, y hoy nos ha dado la excusa perfecta con un corto acojonante. Metal Ger Sunrising explora la nueva vida de Raiden tras todo el meneo de MGR: Revengeance y cómo el pobre necesita escapad de vez en cuando de una rutina un poco deprimente. BRI – LAN – TE.
Konami ha lanzado un vídeo en el que echa un vistazo previo a lo que podremos encontrar en el pack de VR Missions para Rising.
Ya tenemos fecha para las nueva VR Missions de Rising, que amplían los retos extra del juego.
Entrevistamos a Hideo Kojima y Yoji Shinkawa, que nos hablan de Metal Gear Rising, de por qué Raiden es como es y de desarrollo occidental.
Esto es lo que pasa cuando invitas a Hideo Kojima a que te monte un tráiler de tu juego: que el tío viene con doce Blurays a doble capa.
Mucho más de PlatinumGames que de Kojima Productions. Mucho más de género que de franquicia. Metal Gear Rising quiere ser primero un excelente juego y después, ya veremos.
Me había prometido a mí mismo no volver a publicar tráiler de Metal Gear Rising: Revengeance porque, total, sale ya mismo…
No me gusta la tendencia de los publicistas a enseñar poco del juego y mucho de sus tonterías creativas, y en este caso noes una excepción: con un chiste más o menos efectivo como el «corta lo que quieras» (en lugar de lo que cortas por accidente a diario, se supone) y unos gramos de gameplay de Metal Gear Rising: Revengeance. Eso sí, también evidencia un poco más el espíritu gamberro y cachondón del juego, que está bien.
Konami sigue machacándonos como si no hubiera un mañana, pegando katanazos y haciendo daditos nuestro hype, que ya está que se sale del pellejo, con Metal Gear Rising: Revengeance. Hoy toca deleitarse con las natas brutales que pegan los robots sin tripulación ni partes humanas, como ese parecido al ED-209 de RoboCop, solo que con bastante más agilidad; este no creo que tenga problemas bajando escaleras.
Metal Gear Rising: Revengeance es esa chica guapa que cada mañana se sienta a tu lado en el metro. Cada día descubres algo nuevo: su perfume habitual, su color favorito, qué le gusta leer, las canciones de su iPod. La observas cada día con discreción pero también con una fascinación casi anormal. La idealizas y fantaseas con tocarla, y tu obsesión te lleva a marcar el calendario: 22 de febrero es el día. ¿Te corresponderá o será una repelente?