El juego se desarrollará dentro de un «universo completamente nuevo», y tal y como podemos ver en su arte conceptual parece claro que mezclará la actualidad con un mundo de fantasía medieval.
A través de su cuenta de Twitter, el CEO de Microsoft Gaming ha querido tranquilizar a sus seguidores, asegurando que su deseo en mantener una buena relación con Sony.
Tras el anuncio de la compra de Activision por parte de Microsoft, las acciones de Sony han marcado su mínimo desde el 2008 en la bolsa de Tokio, reportando pérdidas de 20.000 millones de dólares.
Según informaciones de Bloomberg y del Washington Post, los diferentes estudios quedarán supervisados por Phil Spencer. No se ha detallado nada sobre el futuro de Kotick.
El trato incluye estudios como Blizzard Entertainment, Infinity Ward, King, Toys for Bob, Treyarch o el español Digital Legends, y marcas como Call of Duty, Crash Bandicoot, Diablo o Warcraft.
El analista Daniel Ahmad ha señalado en redes sociales que la pasada consola de Microsoft consiguió vender unas 56 millones de unidades en sus siete años en el mercado.
El estudio de desarrollo se ha dividido en varios equipos para encarar diferentes proyectos con los que explorar «nuevas ideas, estilos visuales, jugabilidad o emociones».
En un correo interno dirigido a sus trabajadores Phil Spencer ha discutido el reportaje publicado por el WSJ, asegurando que «este comportamiento no tiene sitio en la industria».
El jefe de Xbox ha cerrado la puerta, al menos por el momento, a incluir títulos en su tienda que hagan uso de los NFT: «No queremos ese tipo de contenido».
Serán The Medium, Recompile y The Riftbreaker los primeros juegos de nueva generación que se puedan jugar a través de Xbox One a través de la nube. Microsoft Flight Simulator llegará a principios de 2022.