Análisis de Outland
Le teníamos calado desde el primer momento. Cuatro imágenes, otras tantas palabras y un par de referencias bastaron para definir el juego entero. Una mecánica que no hemos dejado de venerar en diez años, una estructura que sabemos que nos gusta y un aspecto atractivo sirven para consolidar a Housemarque como un grupo poco original e innovador, pero listo y brutalmente cumplidor.