Mamá, hay un dinosaurio en el jardín
Análisis de Primal Carnage
Hay algo muy curioso en Primal Carnage: el juego siempre elige bando por ti. Al principio, tras una seguidilla de logos que no vienen a cuento desfilando al arrancar el juego, una pantalla de menú un poco desastrosa y un sistema de búsqueda de partidas cuanto menos extremadamente básico, uno tiende a pensar que ese […]