Destiny nos enseña su oscuridad profunda

Aquí arriba tenéis el tráiler de The Dark Below (en español, La oscuridad profunda; también podría llamarse To’ lo negro), el primer DLC de Destiny, que sale la semana que viene. Ya sabíamos lo de la nueva raid, lo del nuevo nivel máximo, etcétera; como no nos cuentan nada nuevo (algo muy de marketing de videojuegos, esta fascinación por el discurso vacío), vamos a ver qué polémicas se han formado alrededor del juego de Bungie, un auténtico imán para las movidas.

En el hilo de Destiny de nuestro foro, las chispas están saltando por la manera de mejorar las armas y armaduras exóticas, que básicamente implica conseguir un objeto, no siempre disponible, de Xur, resetear el progreso que llevemos con el ítem y volver a empezar a mejorarlo, pero con más ranuras de mejora y, por tanto, la posibilidad de hacer que el ítem acabe siendo mejor. A partir de la semana que viene todos los jugadores, tengamos o no la expansión, podremos empezar a tunear nuestros exóticos con el nuevo sistema.

Es posible que haya un motivo lógico para este reseteo, pero, como dicen en el foro, la comunicación de Bungie no está siendo especialmente buena. No hace falta más que ir a su propia comunidad para encontrar voces en contra de las novedades de The Dark Below: el primer hilo que he encontrado, por ejemplo, asegura nada menos que «acabáis de hacer que vuestro juego sea irrelevante», precisamente por el asunto de las armas exóticas.

Una encuesta organizada por los jugadores, también sobre los cambios en los ítems exóticos, también se decanta por la negativa: los votos en contra del nuevo sistema son mayoría, y por mucho. El triple de jugadores ha votado en contra.

Become a Legendary Farmer, como dice una sátira también publicada en los foros de Bungie. Todo esto, me temo, solo refuerza esa sensación de estar ante un juego suficientemente mutante como para no saber cómo pasar nuestro pañito de la crítica, alias infatigable látigo, a riesgo de que nuestras palabras queden obsoletas a los pocos meses, cuando todo haya cambiado. Si me preguntáis a mí, lo mismo da; la crítica habla sobre su tiempo y para el futuro, uno que Destiny representa con elegancia y pericia pero que no creo que llegue a conocer: dentro de veinte años, cuando el Criptarca se haya suicidado porque ya no va nadie a visitarle, es probable que siga existiendo la crítica de videojuegos, pero no tengo tan claro que los servidores de Bungie nos dejen salir a dar un paseo por la Antigua Rusia. Eso sí que será una oscuridad profunda.