El joven solitario, callado, cuyo único talento parece ser conducir muy rápido es ya casi un cliché. La imagen del chico alienado que solo puede salvarse mediante una épica carrera se encuentra especialmente extendida en el cine, desde series de blockbusters como Star Wars o A todo gas, hasta películas de corte independiente como Baby Driver. Y, todo esto, sin salirnos de películas de Hollywood. Es normal que los videojuegos se sientan atraídos por esa imagen. Es muy potente. Tan interesante, que Desert Child pone todo el peso de la trama en las manos de un habilidoso conductor de motos voladoras. Un chico sin nombre cuyo único sueño es conseguir una oportunidad para participar en el Grand Prix, la carrera más importante del universo (que, para nuestro pesar, no presenta Ramón García) y ganar un ticket a Marte.
Además de las carreras, Desert Child es un juego con un fuerte componente de simulador social. En un mundo en el que todo cuesta dinero, el protagonista se verá obligado a aceptar varios trabajos, explorar diversas ciudades y relacionarse con distintos personajes para avanzar.
Desert Child es la obra en solitario de Oscar Brittain que, basándose en series y películas como Cowboy Beebop, Akira y Redline, lanzó con éxito una campaña de Kickstarter que acabó el pasado año.
Desert Child se publicará en PC, PS4, Xbox One y Switch en una fecha aún por determinar.
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
que pintarrajarenara. mola
Pintaza extrema. Caerá.