Se ha estrenado el videoclip de Nuestro Siglo Fnord, de Triángulo de Amor Bizarro, realizado por Baroque Decay y centrado en El conde Lucanor, su reciente juego. Lo podéis ver aquí arriba.
Francisco Calvelo, de Baroque Decay, me cuenta que «lo del videoclip era algo que ya estaba tardando demasiado»: como ellos, Triángulo de Amor Bizarro son de A Coruña y «su batería, Rafael Mallo, es muy amigo nuestro». «Varios miembros del grupo son gamers y formaron parte de la beta cerrada del juego», explica, «así que la idea de juntarnos para hacer algo salió sola, como quien dice. Cuando Rafa me pasó la canción que habían escogido para la colaboración me quedé de piedra, porque es claramente un hit».
El montaje del vídeo fue «muy sencillo», reconoce, aunque además la mezcla de vídeos del juego con gameplay hay nuevos sprites del grupo tocando y una serie de nuevos diálogos, escritos por Henrique Lage, «que cuanto más los lees menos entiendes», bromea Calvelo.
Cuando le pregunto sobre cómo puede afectar al juego y al estudio esta colaboración, Calvelo me dice que no cree que se note en las ventas («casi el 90% de nuestras ventas son de Estados Unidos», me cuenta), sino que «ha sido por el orgullo de hacerles un videoclip al fin, de colaborar con proyectos interesantes en el panorama indie español, sea del medio que sea».
Aquí podéis leer la entrevista sobre El conde Lucanor que publicamos a finales del año pasado, en la que Calvelo explica por qué poder considerarse indefinibles «debería ser muy bueno, pero a veces no lo es tanto».
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Me toca verlos el viernes 💪
😍
No sé cómo pasé tanto sin descubrirles.
Temazo, no?
Qué maravilla <3
A mí es que me sale la vena fan con TAB pero qué le voy a hacer. El 'Salve Discordia' me parece un monumento, y en concreto Barca Quemada la tenía asociadisima con Dark Souls, así que me ha flipado ver este videoclip.
También los pude ver en directo hace nada y al ser en un sitio pequeño pude hablar con ellos y fueron majisimos. Joder, que envidia de talento y de todo.
Henrique Lage es de esos a los que envidio por toda su sapiencia y sentido común.
@chiconuclear, ayer estuve esperando como agua de mayo la noticia de que «Rambo: the videogame» tiene una nueva expansión descargable (y gratuita) 2 años después de su prodigiosa salida a la venta. Es una precuela de todo. Deseando leer tus impresiones. Qué pasó wey?
@punkoman
No conozco el juego (más allá de lo que saben todos: que es muy malo, que es muy risas, todo eso), así que no me he interesado especialmente por la expansión. A ver si @pinjed puede iluminarnos.
Son todo estética, tanto este como el resto de temas suyos que conozco y esto es algo que afecta a la inmensa mayoría de música del último siglo pero… Es lo que hay cuando quienes consumen música no tienen ni puta idea. Así que nada, a bailar mucho y a sentirse moderno.
@v0id
¿con el último siglo te refieres a los últimos 100 años?
@el_jugador_medio
Sí. Y dentro de esos 100 años, especialmente a la segunda mitad.
Cuando entiendes un poco de música te das cuenta de que la peña se dedica a hacer las mismas canciones una y otra vez solo cambiando el ambiente, el sonido, la personalidad del tema, es decir; Su estética.
The axis of awesome te muestra esto muy bien con su 4 chords. Y eso mismo se puede hacer con diferentes progresiones de acordes que están machacadas hasta la saciedad.
¿Por qué hostias pasa esto? Mi opinión es que el mundo de la música está lleno de gente sin talento y sin pasión por este arte, cuyo objetivo es conseguir el éxito cuanto antes. Sumado a que, como decía antes, el consumidor medio no entiende de música, solo de estética.
La música clásica del último siglo, el Jazz, la música experimental, atonal, politonal o microtonal se libran de esta crítica, así como incontables excepciones dentro de la música «popular», pero la mayoría de lo que escuchamos no son más que ejercicios de estética.
Ojo que los de Triángulo (o al menos alguno de ellos) juegan a Dark Souls y Bloodborne. Eso vi en su Facebook.
Acabo de buscar la letra de «Barca Quemada» y sí, es muy Dark Souls (la primera estrofa va, que ni pintada).