Kachina, de Ben Esposito, es ahora Donut County

Si te acuerdas de Kachina, te mereces un gallifante. Se dejó ver durante la conferencia Horizon del año pasado, cuando el proyecto era poco más que una estética y una mecánica: controlas un agujero que se hace más grande a medida que va engullendo cosas. Algo así como un Katamari del «espacio negativo» que ya entonces prometía «un elemento narrativo».

Ahora, Ben Esposito —diseñador en The Unfinished Swan y responsable del irónico Bubsy 3D— nos descubre esa historia para presentar Donut County. Se mantiene la atractiva dirección de arte y sigue ahí lo del boquete, pero el conjunto se vuelve más interesante porque cuenta lo que le pasa a una adolescente, empleada en una pequeña cafetería, cuando unos misteriosos mapaches le entregan una caja de donuts. Son esos dulces los que, de algún modo, abren los boquetes en el suelo.

Y si la idea os parece loca, esperad a leer de dónde sale. Al ser preguntado por Venus Patrol, comenta Esposito que Bruce Springsteen es una de sus mayores influencias, por cómo llega a temas universales partiendo de sitios muy concretos de New Jersey. En su caso, la cosa empieza en Los Angeles. Es una ciudad «llena de agujeros», dice. Literalmente, por culpa de los terremotos, pero sobre todo en un sentido figurado: ideas, negocios y un montón de gente han desaparecido o se han movido por el crecimiento de la ciudad.

Pero para agujero, claro, el de los donuts. Al mudarse de New York a California, al bueno de Ben le sorprendió la cantidad de cafeterías independientes que había ahí, de la relativa poca presencia que tenían grandes cadenas en comparación.

Veremos qué diablos sale de todo esto. Vaya que si lo veremos. Y quiero un puto donut.