En aquel artículo sobre videojuegos y discapacidad mencioné el caso de Southern Monsters como uno de los ejemplos recientes de títulos con personajes con eso que ahora suele llamarse diversidad funcional. El protagonista es un destello autobiográfico del principal ideólogo del juego, Kevin Snow, que también sufre dolores crónicos en una pierna y una cojera que lo obliga a andar por el mundo con una muleta. En el texto no se trataba solo de una cuestión de representación: Kevin también utilizó el proyecto de una manera terapéutica, para ejercitar el músculo creativo y distraer la mente durante una época de su vida particularmente adversa en asuntos de salud y trabajo.
Hace ya una semana que Southern Monsters inauguró su campaña de Kickstarter, una tan modesta como la propia ambición técnica del juego: 6.000 dólares para afrontar algunos gastos paralelos al desarrollo del juego, que está siendo mayormente financiado por el propio equipo con el sueldo de sus empleos principales. Es una compañía estrictamente amateur, aunque el juego tiene personalidad de sobras para servirles de trampolín y entrar de lleno en el mundillo indie sostenible si la cosa sale bien. De hecho tienen ya un Greenlight montado con la idea de sacar el juego en Steam cuando esté terminado.
Southern Monsters es una aventura gráfica que se apoya en ilustraciones estáticas y mucho texto, y por lo que se puede ver de momento parece un juego especialmente preocupado por su parte literaria. Nos pone en la piel de un adolescente que se hace llamar Cripplefoot («pie tullido») y que debido a sus problemas físicos se pasa los días encerrado en su habitación, en una casita de madera en South Arkansas, con una sola ventana al mundo del año 2005 en el que vive: la línea telefónica. La historia parece girar en torno al interés del protagonista por la criptozoología y el inicio de una investigación casera sobre un monstruo del que habla la gente y que, dicen, ronda los riachuelos cerca de su casa.
Da la impresión de que, al igual que el esperadísimo Night in the Woods, la historia principal y la ambientación decadente son una excusa para hablar de temas relacionados con el paso a la edad adulta, el distanciamiento entre los amigos de juventud que se quedan en el pueblo o se dispersan en dirección a universidades lejanas, a vidas nuevas. En Southern Monsters parece que además tendremos una buena dosis de humor tirando a oscuro y muchísimas referencias e influencias del cine fantástica; el propio Snow menciona Videodrome, Suspiria y Eraserhead.
Si queréis echarle unas monedas a los zagales de Bravemule para terminar de levantar el proyecto, podéis aportar en su Kickstarter, que lleva ya más de un 80% financiado a falta de tres semanas para finalizar el plazo.
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
Me parece que la industria debería de aprender más de proyectos como éstos y dejar de producir tantos juegos homogéneos, la diversidad está en el ser humano, en nuestra cultura. Se deberían explorar más las capacidades del medio, ya que al ser interactivo tiene mucho más poder de inmersión para que aprendamos a como viven o qué problemas afrontan algunas personas de nuestra sociedad, seguiré de cerca el proyecto y por cierto @pinjed, un artículo sublime.
el problema que tengo con patrocinar algun juego en kickstarter es luego llevarme la bofetada de que no sale en castellano, me tira mucho para atras dejar dinero en algo que no podre disfrutar….aun con esas llevo mas de 300 pavos en kickstarter, indiegogo o fig …. pero en cuestion este juego tiene pinta de no estar traducido al castellano