Los indies de Horizon 2014, la conferencia alternativa al E3

Y yo que pensaba que este año no tocaba, por los problemas de salud del amigo Brandon Boyer. Pero sí, sí: el pasado 12 de junio, nada más terminar el E3, el Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles acogía la segunda edición de Horizon.

Repitiendo el formato del año pasado, pero sin un megatón como FEZ 2 al final, varios creadores independientes fueron pasando por el escenario o apareciendo en la pantalla para presentar sus próximos proyectos. Unos más experimentales y locos que otros, pero casi todos lo bastante llamativos como para tenerlos en cuenta, merece la pena repasar los todos esos juegos.

Abrieron Alec Holowka y Scott Benson, por una razón evidente: su Night in the Woods, ese metroidvania sobre «la inevitabilidad de la muerte y las fiestas con pizza». El nuevo gameplay de la conferencia sirve para confirmar lo que ya sabíamos —que es un juego exquisito en lo visual y tremendamente prometedor en cuanto a personajes y diálogos—, pero también para mostrar novedades como el Modo Zarpas, que permite al gatuno protagonista examinar documentos y objetos más de cerca.

Muchas, muchas ganas de verlo en nuestros ordenadores y nuestras PS4; en su Kickstarter decían que lo tendrán listo para enero de 2015.

Con Ko-op Mode empezó lo raro de verdad. Sus experimentos con Oculus Rift parecen moverse entre lo curioso sin más (como Spacedog) y el chiste sin gracia de Facerift. Sí me gusta lo que veo, en cambio, de su proyecto comercial: en Gnah! se nos presentan una serie de cabezas de monstruos que son al mismo tiempo pequeñas estancias, habitaciones o mundos. Haciendo clic en esto o moviendo aquello, parece, exploramos y «solucionamos» esos curiosos escenarios; quizás recuerda un poco a esos Grow de Eyezmaze, por lo elemental de la interacción, y a mí me vale con eso.

El vídeo de Niklas Åkerblad es para verlo, tú. Desde su habitación, este simpático colgao, nos enseña un diminuto mapa que tiene clavado en la pared: por ahí nos moveremos en else { Heart.break() }, la aventura gráfica retro-futurista que desarrolla junto con Erik Svedäng —igual os suena de cuando ganó el IGF 2009 con Blueberry Garden. Ya colaboraron en Kometen, una paranoia espacial para iOS que por lo visto está muy bien. El nuevo proyecto también se ve más o menos atractivo, aunque el estilo de Niklas pierde vistosidad con el paso a las 3D.

Como curiosidad, suya es la famosa ilustración que sirve de portada para Hotline Miami y hace nada publicó en su Tumblr otra imagen oficial para la secuela, Wrong Number.

A continuación llega el turno de Brendon Chung aka Blendo Games. Soy muy fan de este tío, el responsable de Thirty Flights of Loving y Gravity Bone, así que llevo regular la espera con su próximo Quadrilateral Cowboy. No me lo imaginaba así, la verdad. Parece un juego mucho más largo que los anteriores y también más tradicional, por el peso de las mecánicas: la cosa va de atracar o asaltar lugares protegidos aprovechando las distintas habilidades de varios personajes. Las acciones de cada uno las repite su fantasma cuando pasamos a otro, así que debemos coordinar los movimientos para que el ingeniero pueda abrir una puerta justo cuando el hacker desactiva una cámara de seguridad, por ejemplo.

Confío mucho en este señor, me parece genial que no quiera encasillarse, pero veo muchos tiempos muertos y no sé yo, no sé yo… Me gustaba más cuando pensaba que lo hacía todo un mismo protagonista.

De Everybody’s Gone To The Rapture, la exclusiva de The Chinese Room para PS4, se pudo ver el tráiler que poco después publicó Sony, así que no voy a comentar mucho más que entonces. Tampoco es que pudiera hacerlo, aunque quisiera.

Para terminar, intrusismo laboral. Del bueno. Del necesario. Por su falta de complejos a la hora de referirse a sus creaciones como arte, los desarrolladores independientes llevan tiempo atrayendo a artistas de otros campos, que seguramente nunca habían pensado en hacer un juego. Ideas frescas, di que sí, es lo que suelen traer gente como David OReilly. Mentiría si dijera que le conocía, aunque sí había visto algunos de sus últimos trabajos: el videojuego que aparece en la película Her y A glitch is a glitch, el episodio tridimensional de Hora de Aventuras.

Con tales credenciales me esperaba algo distinto a Mountain, también es verdad. Lo de observar durante horas qué pasa en una montaña que evoluciona de forma procedimental no me parece muy distinto a los peores Simulator, pero conozco a unos cuantos que han caído y están encantados de haber soltado el dólar que vale.

Creo que encaja con el tono, el mensaje y los objetivos de Horizon, en cualquier caso. Perder el tiempo discutiendo sobre si son o no juegos no parece lo más apropiado cuando, desde luego, la mayoría sí son experiencias o experimentos tan originales, provocadores y estéticamente impactantes. Supongo que han ganado su E3.