Venía un tiempo hablando sobre él, y ahora tenemos un primer tráiler del nuevo juego de Jason Rohrer, One Hour One Life, creado junto a Tom Bailey. Arriba podéis verlo.
En el vídeo no se explica muy bien de qué va el asunto, aunque sabíamos de este juego desde hace un tiempo gracias a, por ejemplo, este perfil que le hicieron en el New Yorker hace unos meses; ya entonces se hablaba de un «multijugador masivo en el que los jugadores crean una civilización desde cero, «desde las flechas hasta los iPhones»». Coincide con el resumen que hace Rohrer para RPS:
Un juego multijugador masivo de supervivencia en el que naces como un bebé indefenso (descendiente de otro jugador aleatorio) y vives, potencialmente, una vida entera hasta la vejez durante una hora. Cada minuto pasa un año en el tiempo del juego. Cuando mueres, renaces como otro bebé con padres diferentes en algún otro sitio del mundo del juego. Los jugadores colaboran a través de generaciones para reconstruir la civilización desde cero en una expansión infinita de naturaleza salvaje, empezando con nada más que palos y piedras; un árbol de creación de 10.000 ítems que van desde las puntas de flecha hasta los iPhones.
Es otro experimento de un Rohrer que se siente cómodo en su papel de Arquitecto, diseñando mundos en los que la experiencia humana aparece resumida y condensada. One Hour One Life parece una ampliación lógica de Passage (todos vivimos una vida, pero nuestra experiencia vital es mucho más dispersa que el intenso pasillo del life sim de Rohrer), añadiendo a la mezcla el razonable interés por lo multijugador que ha desarrollado en sus últimos juegos: el rarísimo Cordial Minuet, que mezclaba las reglas ofuscadas por el esoterismo (el juego se presentaba como una suerte de casa de apuestas secreta y mágica) con la necesidad de usar dinero contante y sonante para jugar, o The Castle Doctrine, otro multijugador sobre la protección en un mundo peligroso, claro reflejo del nuestro, y sobre los extremos a los que puede llevar a una persona: a la deshumanización de la familia y la paranoia.
One Hour One Life empieza con un único jugador, Eva («no soy religioso, solo intento ser mitológico», reconocía Rohrer en el New Yorker), que aparece en el centro exacto del mundo del juego, la posición 0,0. El resto de jugadores nacerán como descendientes de esa Eva original, y deberán poblar el mundo biológica y tecnológicamente.
Tengo ganas de ver en qué acaba esto cuando el juego esté disponible y funcionando, porque por ejemplo la teoría de The Castle Doctrine no tenía mucho que ver con su práctica: a Rohrer le gustan mucho, ya lo sabemos, las propuestas extremas e incómodas, y sus juegos pueden salir por cualquier lado, porque dependen de cómo se manipulen sus sistemas.
Como fuere, en su web oficial no se habla de fecha de lanzamiento, todavía.
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Ya no saben lo que inventar para tenerte atado a un MMO de por vida.
Original como sus muelas, a ver si sale algo chulo de aquí.
Cojones que propuesta mas interesante, habrá que estar atento
La idea es muy buena!
Tiene Rohrer un juego muy chulo que se llama Cultivation: http://cultivation.sourceforge.net/
Es free y en él tb jugaba con el concepto de generaciones y descendientes.