Un primer vistazo a Wattam, lo nuevo del creador de Katamari Damacy

El trabajo de Keita Takahashi es tan reconocible como poco conocido: todos sabemos qué es Katamari Damacy, pero a partir de Noby Noby Boy la cosa se disuelve un poco: aunque ha seguido trabajando en juegos, su particular manera de entender la creación le haga más apto para los centros culturales experimentales (como el LA Game Space: ellos publicaron su genial Alphabet, en colaboración con Adam Saltsman) que para las distribuidoras tradicionales y las consolas de toda la vida.

Wattam es su último juego. Un poco de historia: lo desarrolla con Funomena, el estudio de Robin Hunicke; la conocéis por ser la productora del imprescindible Journey. Hunicke siempre ha estado muy interesada por la experimentación; después de Journey, se fue al estudio canadiense Tiny Speck para trabajar en Glitch, un MMO social en el que también trabajaba, desde 2011, Keita Takahashi. Por culpa de una serie de problemas, fue lanzado y luego se deslanzó (volvió a ser beta) y acabó cerrando para siempre a finales de 2012, aunque en 2014 renació como Eleven, gracias a la liberación bajo licencia Creative Commons de todos los materiales del juego en 2013.

Para cuando todo esto ocurrió, el breve paso de Hunicke por Tiny Speck ya había terminado; se había ido para fundar otro estudio: Funomena. La conexión con Takahashi ya estaba hecha; el resto, en principio, es fácil de imaginar.

Wattam es el primer juego de Keita Takahashi y Robin Hunicke, unidos por su creencia común en el poder transformador y emocional de los videojuegos, como explicaba en la charla sobre Wattam que dieron en la PlayStation Experience (podéis verla encima de estas palabras). Es exclusivo para PlayStation 4, y en él, en el papel del Alcalde de un mundo de colorines y fantasía, tenemos que darle la mano a una serie de objetos con nombre y cara que reaccionan de distintas maneras a nuestro acercamiento amistoso. Le damos la mano a una nube que se despierta y empieza a soltar lluvia; la lluvia hace que crezcan flores; cuando hemos hecho un número determinado de amigos, todo salta por los aires en una explosión de fuegos artificiales.

Es un juego sobre darle la mano a una colección de nuevos amigos de todas las formas y colores: todo es llamativo y chillón y la música es increíble. No creo que haga falta mucho más para interesarse por él; en Polygon dicen, después de haber jugado un rato, que es «el tipo de cosa que puedes jugar con niños o con abuelos, con cualquiera que quiera ver de qué es capaz un juego cuando se diseña con la alegría pura como punto de partida». Suena genial.

Se podrá jugar a Wattam en el E3, así que esperamos poder volver de las Américas con el tipo de noticias de paz y amor que uno espera de Keita Takahashi. Por lo demás, no hay fecha de lanzamiento anunciada.