Análisis de Valkyria Chronicles

Sólo voy a dedicar un párrafo al apartado técnico, así que aligerando. Valkyrie Chronicles utiliza unos gráficos estilo cel-shading, pero con un acabado de lápiz y texturas de acuarela que lo ponen a medio camino entre el Eternal Sonata y el aún inédito nuevo Prince of Persia, con mejor calidad que el primero pero ligeramente inferior al segundo. La música está compuesta por el japonés que ha compuesto un montón de bandas sonoras de Final Fantasy, incluyendo el Tactics. Todo queda muy bonito, con colores vivos, cielos azules y va de lo más fluido porque tampoco es que se harte de meter polígonos en pantalla. Ya está, ya he cumplido. Ahora voy a hablar del juego. Porque en un tactic-rpg, lo de arriba son minucias. Lo que importa en un juego de este estilo es, ¿está bien equilibrado? ¿Se hace repetitivo? ¿Hay variedad de personajes? ¿Qué opciones de personalización hay? ¿La estrategia es lineal o podemos completar el mismo nivel de muchas formas distintas? ¿Hay historia, y qué peso tiene? La estructura principal del juego es mediante un libro, lleno de viñetas en blanco. Pinchando en la siguiente viñeta pasamos a la siguiente parte de la historia, ya sea una cinemática (realizada con el motor del juego) o una batalla (lo sabremos de antemano porque la viñeta muestra un campo de batalla). Y hay muchas cinemáticas entre batalla y batalla, narrando una historia muy por encima de la media en el género. Con personajes muy carismáticos y con personalidades definidas (pero, sorprendentemente, sin caer en los típicos clichés), la historia se basa en la relación entre Wendel, amante de la naturaleza pero también hijo de un antiguo héroe de guerra, y Alicia, una panadera que se ha apuntado a la milicia, en una especie de Segunda Guerra Mundial de un universo alternativo. Las misiones están divididas en turnos, y en cada uno tendremos una cantidad limitada de puntos de acción. Cada uno de estos puntos de acción nos permitirán movernos y disparar una vez con uno de nuestros personajes (a excepción del tanque que llevaremos en casi cada misión, que cuesta dos puntos de acción) o dar una «orden», que es una forma de dar beneficios a una o varias de tus unidades. Lo realmente innovador de Valkyrie Chronicles es cómo los movimientos de los personajes se manejan en tiempo real. En vez de marcar un objetivo en el mapa, al seleccionar un personaje entraremos en modo de vista en tercera persona. En ese modo, nos moveremos en tiempo real, mientras que los enemigos que nos tengan en su radio de visión intentarán detenernos a balazos. Cuando queremos realizar nuestra acción (que casi siempre será disparar) el tiempo se pausa, apuntamos tranquilamente a nuestra víctima y realizamos la acción (seguida, posiblemente, de un contraataque de la tropa atacada). Tenemos una distancia limitada que puede recorrer cada personaje en un turno, y la acción que hagamos no influye al respecto, pudiendo avanzar, disparar, y después correr hacia la cobertura más cercana. Y más vale que lo hagamos, porque el enemigo sigue las mismas reglas que nosotros. Así pues, nuestros personajes dispararán automáticamente a los enemigos que se acerquen, pero sólo si los hemos dejado mirando hacia esa zona. Y nuestros enemigos no se cortarán a la hora de acribillar a nuestros soldados si los hemos dejado al descubierto en vez de parapetados tras una trinchera, por lo que la colocación de nuestras tropas será vital para, no sólo evitar daños durante los turnos enemigos, sino incluso para establecer posiciones defensivas que masacren a los oponentes cuando se acerquen, sin tener que gastar turnos activos. Tendremos unos 50 personajes distintos para elegir, cada uno con su cara, voz y personalidad distinta, que se reparten en distintas categorías: scouts (infantería ligera con mucho movimiento), tropas de asalto (lentos pero increíblemente letales), lanceros (artilleros antitanque), ingenieros (tanto te desactiva una mina como te arregla el tanque) y francotiradores. Cada uno de estos personajes tiene, por otra parte, distintas características llamadas potenciales, tanto buenas como malas, como alergia al polen, carácter protector, charlatán, claustrofóbico, amante de las chicas o líder natural, que afectarán durante el transcurso del juego, dependiendo de las circunstancias. También tienen una lista de personajes afines, por lo que muchas veces tendremos que pensar en cómo organizamos los grupos con gente que se caiga bien para optimizar sus estadísticas. De estos 50 tendremos que elegir veinte para acompañarnos en la misión (pudiéndolos cambiar cuando queramos) y, de estos veinte, tendremos que elegir unos cuantos (generalmente nueve) para realizar la misión (aunque podemos cambiar un personaje activo por uno de reserva si tenemos una base). Al completar las misiones conseguiremos pasta y experiencia, dependiendo de la cantidad de turnos que hayamos utilizado, y los enemigos especiales derrotados. No podremos repetir las misiones de la historia para mejorarlas o conseguir más experiencia (hasta que nos pasemos el juego), pero podremos rejugar tanto como queramos unas misiones de escaramuza (que se desbloquean durante el juego) para acumular dinero o experiencia si quedamos encallados en el modo historia. Con el dinero podremos comprar evoluciones de armas y armaduras, así como mejorar nuestro tanque y adquirir piezas que podremos equipar para personalizarlo. También podremos comprar capítulos exclusivos con historias alternativas relacionadas con nuestros personajes, a veces con misiones hechas a medida para ese personaje, que desbloquarán potenciales ocultos. Con la experiencia compraremos nuevas órdenes, o subiremos el nivel de nuestras tropas. Las tropas suben de nivel conjuntamente; subimos los scouts, o los francotiradores, como un grupo, no como personajes individuales (así pues, podemos ir alternando nuestra configuración de tropas sin preocuparnos de su nivel). Y, además de un ligero aumento de sus características, al subir de nivel conseguiremos nuevas órdenes, desbloquear nuevos potenciales para los miembros de ese tipo de tropa, o llevar nuestra tropa a grado Élite, donde conseguirán mejoras más que notables, como lanzagranadas o lanzallamas. Como podéis ver, el juego está cuidado al detalle. Siempre tendremos la posibilidad de conseguir más dinero o experiencia si la historia se nos hace cuesta arriba, los personajes que utilizamos poco nunca quedarán atrás en experiencia, cada batalla es completamente distinta a las anteriores, y necesitaremos nuevas estrategias o configuraciones de tropa; hasta tendremos el inevitable modo Game+ que nos permitirá empezar de nuevo, manteniendo nuestra configuración, y con elección de música o nivel. Valkyria Chronicles es el juego de rol táctico más innovador desde hace una década, tiempo que hemos pasado encadenados a los tiles o áreas, y a un desarrollo pausado, sin acción. Lo cual ya es suficiente para considerar el juego una compra obligada para los amantes del género. Pero, además, lo hace con unos valores de producción altísimos, con una progresión de dificultad cuidada, pero exigente (atentos al capítulo 7, es donde se diferencian a los niños de los hombres), y un sistema de juego que dinamiza lo importante y simplifica lo superfluo en el género, pero sin simplificar los resultados. No necesitamos perder un cuarto de hora, antes de cada batalla, en pantallas de configuración de unidades, de inventarios y de habilidades. Es un juego capaz de atraer a gente a la que no le gustan los juegos de rol tácticos (no el público casual, pero sí amantes de los shooters o de los juegos de rol por turnos), sin reducir un ápice (al contrario) su calidad para hacerlo más asequible. El único pero que puedo darle es que Sega ha decidido no traducir el juego en Europa, por lo que el juego está en ingles, con voces en inglés y japonés. No es algo raro en el género de los juegos de rol tácticos, que si no empiezan por F no venden suficientes copias como para que compense una traducción, pero espero sinceramente que este juego sea un éxito que nos garantice nuevos títulos similares y, esta vez, traducidos. Nota: 9